A Fiorella, que me hizo padre y me enseño a amar.
"Procurábamos hacer el amor a cada instante y con eso nos demostrábamos, tontamente, que nos queríamos, que éramos el uno para el otro, y nos mentíamos con eso de que nunca nos separaríamos."
Fui papá. Aunque no lo crean, fui papá. Por un lapso breve de tiempo, pero lo fui y fui también un hombre feliz, aunque no por mucho tiempo, pues deje de serlo sin saberlo y cuando me entere del fin del embarazo, enloquecí con la noticia, enloquecí tanto que termine haciéndole daño a la mujer que me hizo padre y que a la vez se deshizo de mi hijo, una mujer a la que amé y quizá la única que se atrevió, para su desdicha, a amarme.
Transcurrían los meses de verano del 2008, yo era un chico muchos kilos mas delgado de lo que soy ahora, amaba a una mujer, que curiosamente, también me amaba a mí. Seré sincero y reconoceré que fui un adolescente irresponsable, que no me cuide, mejor dicho, no nos cuidamos pues tuvimos sexo irresponsable y éramos conscientes de eso y esto, agravaba mas la culpa. Procurábamos hacer el amor a cada instante y con eso nos demostrábamos, tontamente, que nos queríamos, que éramos el uno para el otro, y nos mentíamos con eso de que nunca nos separaríamos. Me costaba mucho ponerme un condón, pero me costaba mas comprármelos, pues lo hacíamos tantas veces al día, que me era complicado interrumpir ese sublime acto de amor, para ir a la farmacia y pedir esos malditos preservativos, y además, y esto complicaba mas las cosas, no existía una farmacia, sino a cuadras o tal vez kilómetros, de esa bonita casa, ubicada en un arenal lejanísimo, que no era la mía, si no la de ella. Yo me sentía orgulloso de no haberla embarazado nunca, y felicitaba a mis buenos reflejos para sacarla en el instante justo, de esta hazaña. Ella vivía eternamente atemorizada con quedar embaraza pues hace unos años, su hermana, tan linda y tan tonta como ella, por andar teniendo sexo y olvidarse de los condones, quedo embarazada y destruyo o termino por destruir, a su ya destruida familia, pues luego de que sus padres se enteraron de la desgracia, se culparon el uno al otro de esta y terminaron divorciándose, y lo que es yo, no se si les terminaron haciendo un daño o un gran favor a sus hijas, pues son personas tan distintas, tan egoístas, tan mal nacidas, que solo Dios sabe por qué las junto; aunque cuando sentía a Fiorella, así era como la bautizaron, besar mi frente, o la escuchaba decirme te quiero, le agradecía secretamente a sus padres por haber creado algo tan lindo, algo de lo que yo me iba enamorando con cada beso, cada caricia y con otros actos, que no estaría bien relatar. Pero esos buenos reflejos de los que siempre me jactaba, me fallaron una navidad y empezó, luego de eso, la historia que ahora les voy a contar.
Fiorella y yo teníamos un trabajo horrible, bueno era un trabajo digno aunque comparado con el que tengo ahora, pues si que era malo. Nos habíamos propuesto ahorrar un dinero para así, en unos meses, lograr nuestra tan anhelada independencia y poder vivir tranquilos, yo escribiendo el libro que siempre le dije que escribiría y que además le prometí que se lo dedicaría, y ella estudiando arquitectura, igual que su padre, una carrera que le apasionaba y con la que les quería demostrar a sus padres (y tal vez a mí), que podía valerse por si misma, y que repitió el año, por descuidada, aunque yo se que lo repitió por mí, y esto mas que alegrarme, me apenaba. Todo marchaba relativamente bien, yo siempre he sido responsable con las obligaciones que me asignan, ella no tanto, pero nos esforzamos mucho por aprender ese oficio miserable, que nunca revelaré cual fue y que solo ella, y en todo caso sus tíos, que eran nuestros jefes, lo sabrán. Yo como siempre, logre caerle bien a medio mundo y en poco tiempo fui ascendiendo de puesto, dejando atrás a mi amada Fiorella, que se retorcía de celos al verme a mí, con ínfulas de jefe y le ardía aún mas, toda la confianza que sus tíos habían depositado en mí, confianza que no depositarían en ella nunca, y les soy sincero, yo tampoco lo haría pues la conozco bien.
Un día de enero, el cual prefiero no revelar, pero que lo recuerdo exactamente, Fiorella me dijo que no le venía la regla, que tenía mas o menos una semana de atraso, y yo le dije, acostumbrado a sus fobias, que era producto del estrés del trabajo, que se relajara, y la bese tanto, que olvidamos por un momento ese posible embarazo. Esto ya nos había pasado, la primera vez que lo hicimos sin condón se retraso psicológicamente casi un mes, podría jurar que hasta le había crecido la barriga y ella y yo llorábamos, mas por miedo que por felicidad; todo se soluciono el día que le compre un Test de embarazo y resulto negativo, y en ese instante y en grandes cantidades, empezó a menstruar. Lamentablemente esta vez ya no tendríamos la misma suerte, ella me amargaba la vida a diario diciéndome que no le venía, que la habíamos cagado, que tenía que abortar y yo al principio, sosegado y luego fastidiado, le decía que era cosa de su mente, que se relaje, que le iba a comprar un Test, y ella no aceptaba los Test, decía que tenía un mal presentimiento y yo me aburrí tanto de eso, que ni ganas tenía de volver a tirar con ella. Y a si pasaron los días y la maldita regla no llegaba; entonces lo decidí, reconozco que me cagaba de miedo y por eso había retrasado tanto comprar el pinche Test, lo compre en una farmacia cercana a mi casa, me costo 4 soles, Fiorella me esperaba a fuera llorando, fue acto fúnebre, de largos silencios; luego fuimos a mi casa y seguimos las indicaciones al pie de la letra, orinó sobre ese recipiente de plástico y pusimos le Test, esperamos los diez segundos, y vimos lo que tal vez no hallamos querido ver nunca. Fiorella lloró y comenzó a tirarme puñetes en todo el cuerpo y yo estaba mudo, tal vez esa era mi forma de llorar, pero no podía pronunciar palabra alguna y Fiorella no entendía mi silencio, y se exaltaba cada vez más. Trate de abrazarla, luego de recobrar el sentido, y ella me rechazo y me dijo que me odiaba, y mientras ella hacía eso, yo pensaba en papá, pues cuando se enteré de la noticia, se cagaría de risa y me haría tragar todas las palabras que le dije, pues el también tuvo el descuido de embarazar a mamá cuando aun era muy joven. Pero a mis 16 años, yo batiría el record en la familia, pues mi padre, que era algo así como la oveja negra, fue papá a los 19, que no es una edad mala para ser papá, mas si imprudente, y por eso siempre se lo reproche y le dije que no seguiría sus pasos; pero también le dije, y me prometí a mi mismo, que cuando sea papá, nunca abandonaría a mi hijo y que le daría todo el amor del mundo, un amor que tal vez no recibí de su parte y tal vez por eso, busco en otros hombres, el cariño que nunca encontré en él. Salí del baño y me senté en una silla del comedor, en ese momento no había nadie en casa, comenzaron de mis ojos a brotar una incontenible cantidad de lágrimas, que superaron enormemente a las de Fiorella y ella lo notó, entonces se acerco a mi, linda como es, y me abrazo, me beso, me pidió disculpas y yo la abrasé, lloré con ella todo lo que tenía que llorar y le dije que nunca la abandonaría y que trabajaría duro para que a nuestro hijo no le falte nada nunca y ella solo me miraba y me sobaba la cabeza para calmarme, y yo le dije llorando que la amaba ahora no solo por ser tan linda, si no también por hacerme papá.
Luego de eso, todo estuvo bien, y hoy tendría un hijo o hija tal vez de cinco meses, si es que hubiera estado en los planes de Fiorella que así sea, pero no fue así, y un día de febrero, ayudada por sus amigas, las que espero sean devoradas por las llamas del infierno, si es que existiera claro, por asesinas, me quitaron la dicha de ser padre y volví a ser un hombre infeliz, sin ningún rumbo conocido, y además, arruinaron ese amor que sentía por Fiorella, pues me decepcione de ella a tal punto, que hasta me producía asco tocarla. Yo por supuesto no estaba enterado de nada y Fiorella llego un día a decirme que todo había sido mental, que no estaba embarazada, y no se por qué, pero no le creí, y su mirada triste por días me hacían dudar aun mas de sus palabras. Le pregunté si estaba segura y ella me juró por su madre, que era verdad, que se había echo otra prueba y que había salido negativo y me pedía que deje de pensar en eso y que ahora solo se dedicaría a estudiar y que no tendríamos sexo sin protección, esto ultimo por supuesto no se cumplió, pero era bonito decirlo, por que nos hacia, por lo menos en palabras, unos adolescentes responsables. Pero todo dio un giro de 360 grados, cuando husmeando entre los archivos de su computadora, encontré unas conversaciones en donde con todo el descaro del mundo, hablaban acerca del método utilizado para eliminar a ese pobre ser, que no quiso venir el mundo, al igual que ninguno de nosotros, y que fue arrancado de raíz, para terminar sabe Dios donde. Leí más, y descubrí conversaciones anteriores, en donde Fiorella les contaba su drama a esas sicarias, que se hacían llamar sus amigas y ellas les contaban sus experiencias abortivas y le recomendaban sueltas de hueso, al mejor abortero de San Martín de Porres, no pude leer mas, sentí que me desvanecía y que la ira se apoderaba de mí, juró que pude haber matado a Fiorella, pero me contuve y fui a reclamárselo y tal vez, solo Dios sabe, a vengar la muerte de mi hijo. Ella lo negó todo, puedo decirles que hasta se ofendió y yo estuve apunto de creerle, pero no lo hice pues esas conversaciones delataban lo ruin que fue y me demostraban que la chica linda de la que yo estaba enamorado, no era mas que una asesina que mato a un inocente niño que ni siquiera pudo defenderse. Después de eso todo fue mal, ya no podía estar cerca de ella sin pensar en lo que hizo y unos meses mas tarde, ayudado por el alcohol y la marihuana, que no se por qué pero me hacen sentir mas valiente, vengué a mi hijo y le hice a Fiorella algo que difícilmente borre de su mente o de su cuerpo, pero esa es otra historia.
Hijito lindo, si pudieras leer esto, te diría, que antes de que llegues yo era un hombre infeliz y cuando me enteré de la noticia del embarazo de Fiore, lloré mucho, tal vez como nunca he llorado y le agradecí a ella y a Dios por hacerme padre, y quiero que sepas también que Fiore y yo, te hicimos con todo el amor del mundo, que tal vez nunca se nos paso por la mente que llegarías, pero llegaste y nos alegraste la vida. Tal vez ni Fiore, ni yo estábamos preparados para que llegues y por eso ella, que siempre ha sido tan inteligente, prefirió que no nacieras, pero no la juzgues y en el caso que Diosito tenga que juzgar a alguien, que me juzgue a mí, por no ponerme ese pinche condón.
Fiore de mi vida, no quiero reprocharte nada, yo en tú caso hubiera echo lo mismo, jamás me hubiera embarazado de un hombre como yo, que no a servido, ni servirá de nada y al que además le gustan los hombres. Gracias por haberme echo feliz esos meses que duró mi paternidad y gracias por ser parte de esta historia, y de muchas mas.
D i e g o B. G r a n a d i n o
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O sea logiCo
ResponderEliminarjamaz un ninio (a) pid naCR*
tpc nosotros lo pdimoz
pero io creo q esa s la reaccion o
primera alternativa q ziempre c precnta
x el echo d q:
*q diran mis papas
*d dond va vivr
*mis stuudiOs DOND Qdan?
*zalidas, compras , etc etc!!
x el eCho q aun zomoz jovns i tnmos mucho q vivir i q a sta edad no s muy oportuno tnr un bb ... apart q concientmnt zomOs inRsponsables (no todos, pero la gran maioria si ps) si qn nosotros no podmoz q seria tniendo ia un hijito :(
iO creo ah!
si eso m pazaRIa fuec lo 1ero q se m pazaRia x la mnt, pero bueno _ si te xokO bastante s xq tu stabas iluCIOnado qon tnr dntro d 9 mcz a ese bb ntr tus brazOs
pero las qOSAS ziempr sucdn x ALgo puis
pC a todo tu no podias hacr nada xq staba n eia .. lo pudist impedir pero nunk se sab ps
bOeno bOeno
linda historia NO ES!
xq nika pe ai un anglito dntro d sta hizTOria
mas q todO interezant aunq Actualmnt existe mils d stos kAzoz
qdt muxiO
bsOs
=)
Existen problemas en el sitio web a la hora de dejar comentarios, mil disculpas.
ResponderEliminarEl administrador.