Las líneas que aquí les presento, son , con algunas correciones, las primeras que escribí, hace ya tal vez cinco años, para mi primer borrador de novela que titulé, robandole un poco de creatividad a Almodobar, "Mi mala educación", cuyo final he ido postergando por todo este tiempo, por motivos personales y a veces inpersonales. Espero les guste.
Diego.
Con guantes, bufanda y con incontables prendas de abrigo, gran cantidad de ellas de lana, claro está, Paolo inicia el sacrificado recorrido diario hacia su escuela. Al salir, lo recibe el abominable olor a mar que se le cuela por la nariz, el funeral cielo limeño y una desmenuzada garúa que no hacen más que recordarle lo que repite con ahínco su abuelo, Lima es una isla que flota sobre caca. Y es que el Perú no hubiese podido tener una capital mas digna de ser suya que Lima.
Lima representa, sin duda, al Perú. Lo representa en todos sus sentidos, pero sobre todo en los peores. Está rodeada por un mar lleno de heces que vomitan sus alcantarillas a diario. Heces más peruanas que la papa, que el maíz morado, que el mismísimo Señor de los Milagros. Heces que traslada en una encomiable labor el río que habla. ¿Pero qué hablará? Que hablará si no eso, lo que traslada: Mierda. Y es normal, porque es limeño. Porque los limeños han sido criados en eso, y quizá en menos que eso. Y Dios no pudo ser más justo, piensa Paolo, porque nos eligió al conquistador y fundador más acorde, a un conquistador que estaba familiarizado con la miseria: un semianalfabeto criador de cerdos. Quizá en ese entonces comenzó la maldición de Lima, quizá por eso hoy, se venga de los descendientes de ese viejo chanchero.
Lima se pudre, dice Paolo hablando solo. Casi siempre lo hace. Habla solo porque quizá no tiene con quien hacerlo o porque simplemente esta loco. Pero cuando lo hace, se imagina siempre hablando mal de Lima, del Perú, de su gente, de algunos miembros de su familia, de sus amigos, de él mismo incluso. Y al hacerlo, va descubriendo que tiene mucho sobre que hablar y que a veces, pero solo a veces, resulta interesante lo que dice. Debería escribirlo, dice siempre en voz baja y tratando que nadie lo vea y piense que esta loco, porque talvez lo está, pero a él, que es prudente, no le interesa divulgarlo. Quizá pueda ser escritor algún día, se dice. Pero él sabe que se engaña. No puede siquiera concluir un párrafo sin destruir la gramática universal, que gratuitamente crea, nunca se sabe quien, pero que de por si ya esta bien destruida. Además, él no tiene opción frente a su familia. O es médico o cura. En casa, nunca hubo un escritor que por lo menos pueda avalar genéticamente esa fantasía suya. Y si escribiera, tendría que hacerlo sin duda alguna, sobre medicina o en todo caso traducir la Santa Biblia, a algún dialecto desconocido, y que claro, para eso, tenga que culminar cualquiera de las dos carreras que él aborrece, mas su familia idolatra. Paolo no quiere más problemas de los que ya el colegio y sus abuelos le dan, por ahora es mejor dejar de fantasear y acelerar el paso, que ya dan las siete y media, y se hace tarde.
Cruza por calles bombardeadas que a esta hora de la mañana casi siempre están mojadas. Ve madres atormentadas tratando de alistar en plena calle a sus descuidados y somnolientos hijos a los que arrean de cualquier manera hacia la avenida Brasil. Observa sin ganas, el presuroso trotar de hombres encorbatados, que olvidan algo en casa y que regresan presurosos, recordándole en el camino y gratuitamente, la madre a cualquiera que se le cruce por el frente. La tuya, piensa Paolo, mas no lo dice porque no se atreve y sigue avanzando. Ve con la indignación de un jardinero, a perros cagando por recién recortados y cultivados jardines y por donde les de ganas de hacerlo, aun con sus amos al lado que los contemplan complacidos, como si les causará cierto goce la evacuación intestinal de sus mascotas, como si con esto, también ellos aliviaran en parte sus problemas digestivos. Y piensa que quizá, en un futuro no muy lejano en el que prefiere no estar presente, la gente cagara con los perros en los jardines y que en vez de los letreros que llevan impresos sobre ellos: No orine. Tendrán que crear otros que lleven escrito: No cague.
¿Cómo un diluvio no los desaparece? Se pregunta Paolo, nuevamente en voz baja. Paolo odia a los perros, pero odia más a sus amos. Los odia por criarlos, alimentarlos, bañarlos y hasta besarlos. Tal vez Paolo les tiene celos, pero él se defiende diciendo siempre que existiendo tanto niño pobre y abandonado en este miserable país, estos imbéciles andan manteniendo a un parasito que come más de lo ingiere un pobre niño de esos, en días y en algunos casos hasta en semanas. Debería haber tiendas de niños pobres, piensa y sonríe. Y no es mala idea. Debería en Lima, implantarse la moda de comprar niños pobres y engordarlos. Ensebarlos hasta no poder mas, y luego realizar una competencia entre familias ricas, y que el ganador sea, quien mantenga más niños pobres y así y solo así, dejarían de existir los pobres en el Perú, piensa Paolo, que conoce muy poco de justicia social.
Puta diego !!!!!, lo maximo, ¿Cuando estara a la venta en las exclusivas calles de lima?¿Cuando lo venderan los ambulantes (me sale mas barato jaja)?.
ResponderEliminarEspero respuesta a mi msn (tu ya lo conoces... pero porciaca : ayrton_1_4@hotmail.com)
Ayrton Vargas (tu acosador personal)
wOw... Diego me impreziOnaz... perO tienez razOn ezO dbrian hacer la gnt de un nivel económico alto "cOmprar" niñOs pObres...
ResponderEliminarbonita descripcion de las mñanas limenas
ResponderEliminareso escribias de chiboilo?¿
conrazon que ahora escribes asi
HABLAS CADA HUEVADA, PERO QUIEN LO DIRIA, EN ALGUNAS PARTES TIENES RAZON.
ResponderEliminarMOISES HIDALGO
publica algo maz px no dejes con la duda como ziempre Diegimmm!
ResponderEliminarBad... EstAz bajanDo tu Level.
ResponderEliminarjajaj nO sta bajamdo tu level , es algo muy realista tu historia aunq ese paOlo jaja m suena mas como q xD no nadA! :D pero si io sé q tu amas los niños y q t mueres q tener uno , deberias irte a pasear un toq x huancavelica , ahi descubriras lo q es la verdadera pobreza en el perú y terminar d una vez ste relato =D
ResponderEliminareso escrbias de chibolo? nicaandooo
ResponderEliminares recontra realll
me gusta tu estiloo broo
volvereeeee
HEYYY XD soy Joseph xD el que nunca deja el coment xD.. pues aquí esta el primero. Buena autocrítica social xD aunque soy más del estilo de Jose Cadalso xD, de todas formas esta genial, demasiado profundo!!! a ver si alguien que tenga perro reflexiona y no lo deja cagar a antojo por ahí. Cada uno tiene lo que se merece.
ResponderEliminarNo sé si debas agradecerme, realmente leí el extracto de un libro de otro autor en tu blog, con eso no he demostrado ni afecto, ni admiración, ni nada por lo que debas darme las gracias.
ResponderEliminarJosé.
PT: Ese sexo no lo beso ni cojones.
Además, estás plagiando propiedad intelectual, es a INDECOPI a quien deberías pedirle que te bese el sexo.