lunes, 5 de enero de 2009

Historia de navidad II

A Gabriela Damian, con todo cariño.



Manuel aun estaba dormido, quien sabe que abra estado haciendo mientras Paolo se divertía sobre Carmen. Tenia el sexo afuera y dormía enroscado sobre el sofá de su sala. Paolo sonrío al verlo en ese estado y salio de la casa sin hacer ruido, aun no podía creer lo que había echo esa noche, pero ¿Jimena lo merecía?
Es veinticinco de diciembre, un sol radiante anuncia una mañana prometedora. Paolo no tiene más que nueve soles en los bolsillos y sabe que no le alcanzarán para nada. Hace simples cálculos mentales y se convence de que estaba en problemas: tenia que salir con Jimena, imposible con nueve soles. Además, y no se si para complicar aun mas las cosas, es navidad, y claro, Paolo tendría que haberse tomado la molestia de comprarle a Jimena algún obsequio, pero no lo hizo. Es que Paolo siempre fue así: descuidado, olvidadizo y además, y esto complica mas las cosas, siempre andaba con poco dinero.
Ahora Paolo entra a su casa, todos duermen. Cierra la puerta despacio y se dirige en silencio al baño ha mojarse la cara, y con eso, devolverle la vida a su adormitado ser. Ya en el baño se ve frente al espejo que ahora refleja: un rostro trasnochado, con claros signos de no haber dormido nada, un rostro adolorido, preocupado, avergonzado, un rostro que solo pueden tener las personas que han hecho algo malo y que son conscientes de ello. Se moja varias veces, intentado con eso, borrar los signos que dejan las amanecidas en el rostro. Luego se dirige al cuarto de su madre, la ve dormir profundamente y ve también sobre su cama una gran cantidad de regalos, que sin duda eran de ella. Jimena ya tiene regalo, pensó. De inmediato busco el más adecuado, había: blusas, carteras, zapatos, nada del gusto de Jimena, pensaba Paolo. Se sintió perdido, esa era la única alternativa para encontrarle un regalo adecuado a Jimena, pero tuvo suerte, aun envuelta en papel de regalo encontró una billetera de cuero blanco. Le encantara, pensó. La guardó y salió del cuarto tal y como entro: rápido y en silencio.
Ahora solo faltaba obtener el dinero que pueda financiar el encuentro con Jimena, esa en realidad, era la tarea más difícil. Paolo no era bueno pidiendo dinero, nunca sabía justificar un fin para la cantidad solicitada, o simplemente siempre andaba peleado con sus padres, y por lo tanto estos se negaban a dárselo. Pero esta vez, en la que realmente necesitaba una cantidad considerable de dinero, no escatimaría esfuerzos por conseguirla. La robare, pensó. Y así lo hizo. Sin escrúpulo alguno se dirigió al cuarto de su abuela, que siempre dejaba su cartera en su mesa de noche. Será fácil, pensó. Y comenzó acercarse con la cautela de un ladrón profesional, y es que solo en estos momentos uno va descubriendo que no solo nace con el don de sumar o escribir bien, si no también el de hurtar bien, y en este caso, Paolo lo estaba haciendo de maravilla. Ya frente a la mesa de noche, a la cual llego reptando, Paolo tomo la billetera de su abuela, la abrió y vio entre otras cosas: papeles con signos ilegibles, monedas de tiempos incalculables, y una foto suya de cuando era un niño, un niño que jamás hubiera pensado robarle dinero a su abuela, pero que hoy lo hacia, y es que eso hace el amor o lo que Paolo, que no sabe nada del tema, llama amor. Paolo, sin pensarlo dos veces, coge un billete de cincuenta y de uno veinte soles, deja la billetera tal y como la encontró, o por lo menos intenta dejarla así, y se dirige con más prisa que antes a su cuarto y coge la ropa que se pondrá mas tarde cuando se vea con Jimena. Paolo es listo, sabe que si se cambia en su cuarto, su madre descubrirá que él estuvo hay esa mañana, y por lo tanto no tendría que pensar mucho para dar con el autor del robo del dinero de la abuela, así que no dejara ninguna huella de su paso por la casa, esa mañana soleada de veinticinco de diciembre.
Jimena se ha despertado temprano, no tanto como Paolo, pero si considerablemente temprano para ser un día festivo. No había podido dormir la noche anterior, pero pensar en Paolo y en el encuentro amoroso previsto para mas tarde, la impacienta y la hace buscar una manera de escapar del riguroso castigo dado por sus padres. Y estaba en eso, cuando se le ocurrió la idea de acompañar a su madre a visitar a su hermano que moría de cáncer en el Hospital Loayza, y luego ya fuera de su casa, irse con Paolo y no volver nunca, o por lo menos y para ser más realistas, al anochecer. Y así lo hizo. Le hizo saber a su madre el deseo ferviente de visitar a su tío enfermo, este gesto fue bien recibido por esta, que atribuyo el cambio de actitud de su rebelde hija, a un milagro navideño. Jimena se arreglo lo mejor que pudo y salio del brazo de su madre a visitar al tío en enfermo, que quien sabe quizá se halla muerto de tanta bulla, la noche anterior. Paolo hacia mucho que no estaba en casa, se había ido primero a buscar a Manuel, y al no tener respuesta por el intercomunicador, se fue a tomar desayuno a uno de esos puestos ambulantes que son causantes de tantas emergencias hospitalarias. Tomaba un café y devoraba, con un hambre bien ganada, un pan con relleno, esperando la llamada de Jimena. Esta no demoro mucho en llamarlo, ni bien salio de su casa Jimena busco la manera de liberarse por un momento de su madre y corrió al primer teléfono público a llamarlo. Esté contesto al instante y lo primero que le dijo fue que la amaba y que no había dormido nada la noche anterior pensando en ella. Jimena le dijo casi lo mismo, y le dijo también que se encontraran en una hora en el Hospital Loayza, porque había conseguido la manera de salir de casa visitando a su moribundo tío. Paolo se rió a carcajadas y felicito a su novia por esa gran idea, nunca se me hubiera ocurrido, le dijo. Jimena se rió también y con una voz algo apenada dijo, pobre mi tío, y se despidió diciendo que lo amaba. Paolo estaba orgulloso de Jimena, quizá no era muy buena para las labores escolares, pero elaboraba siempre unos planes macabros para beneficiarse así misma. Paolo enrumbo sin apuro al hospital, había en la calle mas gente de la que el pensaba, y cuando se iba acercando mas al nosocomio esta se multiplicaba, acaso solo en navidad la gente se acuerda de los enfermos, pensaba. Y también le venia a la mente el hecho de que los visitantes de ese hospital, estén hay por la misma razón que él, que es, la de un amante desesperado en busca de su prisionera novia. Al llegar todo estaba como lo imagino, gente por montones, con bolsas, paquetes y Dios sabe con que otras cosas más. Este es el peor sitio donde uno puede esperar a su novia, pensó. Se sentó donde pudo, pero en un lugar visible, cerca de la puerta principal y esperó. Jimena no tardo en llegar, sostenida del brazo de su madre busco al instante con la mirada a su trasnochado novio. Lo encontró le guiño el ojo e ingreso a paso ligero al hospital, no sin antes hacerle unas señas indicándole que espere. Esta hermosa, pensó Paolo. Jimena demoro mucho en salir, causado la molestia de Paolo, pero ni bien lo hizo calmo con un prolongado y sobrexcitado beso, toda maldición vertida sobre ella y sobre su madre a causa de su demora. Vámonos rápido, que mi mamá piensa que estoy en el baño, le dijo Jimena tomándolo del brazo y llevándolo en dirección a la avenida Alfonso Ugarte. Ya en la avenida, tomaron un taxi, en realidad Paolo no sabía a donde irían, pero Jimena, que siempre lo tenía planeado todo, ya sabia donde irían. Le pidió al taxista que los lleve a la avenida José Granda, cerca de la huaca Palao. Dentro del taxi, la espera se hacia infinita, y mientras se besaban con una incandescente fogosidad, el taxista los observaba por el retrovisor, Jimena le preguntaba a Paolo como había pasado su noche, Paolo no demoraba en entristecer el gesto y decirle que la paso muy mal sin ella. Jimena por esas palabras lo besaba y lo comenzaba a tocar hay abajo, donde las chicas decentes nunca tocarían a sus novios. Ha Paolo le incomodaba el hecho de tener a un taxista de espectador, así que procuraba no dejarse llevar por sus bajos instintos. Cuando llegaron, Paolo pago el taxi y bajaron con la prisa de dos jóvenes que no aguantaban el deseo de estar juntos. Jimena le dijo que irían al hotel de siempre, pero esta vez, por ser una fecha especial, irían a la habitación más cara. Claro como tú no la pagaras, pensaba Paolo. Y lo pensaba injustamente por que muchas veces cuando como hoy no podían aguantar el deseo del uno por el otro de poseerse, fue Jimena, que siempre tuvo más plata que Paolo, la que financio las jornadas amatorias. Ni bien llegaron, pidieron el cuarto mas caro, que en realidad no era caro, pero era mejor decir que si lo era. Eran visitantes conocidos así que no les costo mucho registrarse y mentir una vez mas, diciendo que el DNI aun seguía en tramite. Paolo ingreso con Jimena al cuarto no sin antes pedirle a la recepción gaseosas y piqueos, mas no condones, pues siempre se venia afuera, así que seria un gasto tonto, pensaba. No esperaron siquiera un minuto después de haber cerrado la puerta para desvestirse y besarse todo lugar del cuerpo posible de besar. Jimena mostraba sus imponentes senos, que sin lugar a duda era uno de sus principales encantos. Paolo los besaba, los chupaba, los mordía, nunca antes Paolo beso sus senos como ese día, y por eso Jimena estaba mas que excitada, y siguiendo con el programa Paolo tendría que pasar a besar otras partes escondidas del cuerpo de su amada, por eso la beso en la boca y fue deslizando sus delgados labios por ese cuerpo blanco como la leche y fue llegando a su aterciopelado vientre, desde donde se percibía un remoto abismo, al que Paolo fue besando cada vez con mas fuerza, besando y chupando, como si de eso dependiera de existencia, como si fuera la ultima vez que lo hiciera, como si intuyera que luego de ese día, serian pocas las oportunidades en que lo haría. Jimena abrió las piernas, con Paolo aun besándola hay abajo, esté comprendió la señal y en vista de que el protocolo así lo exige, ingreso en ella con toda la delicadeza de un ceramista, sus sexos se frotaban uno con otro y Jimena gemía y arañaba la espalda de su amante, que ahora movía su pelvis cada vez mas fuerte y le decía que la amaba, que nunca se acostaría con otra mujer, aunque en el fondo pensaba en Carmen, y se imaginaba haciéndole el amor a la luz del día, en ese mismo lugar, sobre esas sabanas celestes y de pronto, y quizá ayudado con el recuerdo de Carmen, Paolo olvido sacar su sexo para eyacular y se vino todo dentro de Jimena, que seguía moviendo su pelvis en busca de mas placer, Paolo no se lo hizo saber y siguió moviéndose abruptamente, aunque quizá la flacidez de su sexo lo iba delatando. Paolo fingió venirse y corrió al baño, a Jimena le molesto que hiciera esto, hubiera preferido que te vengas, le dijo. Paolo se disculpo desde el baño y le pidió que lo acompañara a que se dieran una ducha. Jimena accedió y se dirigió al baño mas entusiasmada por reanudar los frotamientos sexuales, que por bañarse. El agua estaba mas que fría, el sexo de Paolo se redujo a la más mínima expresión, siempre me pasa, se excuso con Jimena, está se rió y comenzó a besar su sexo de una manera casi profesional, una manera netamente artística, que consiguió, con algo de esfuerzo, levantar al pequeño Lázaro que ahora crecía a dimensiones difícilmente alcanzables. Jimena no perdió el tiempo, se sentó sobre él, y comenzó a cabalgar como una verdadera Amazona, y era ahora, Paolo quien emitía sonidos onomatopéyicos, y con eso, aumentaba considerablemente la excitación de la indomable Jimena. El agua helada que brotaba desde la ducha, había dejado de ser un impedimento para el sexo, y se había convertido en un factor que acrecentaba el clímax entre los amantes y fue también el factor que hizo que Paolo olvidara nuevamente sacar su sexo antes de venirse en Jimena, pero trato de arreglar las cosas, quizá tardíamente, y le pregunto a Jimena, luego de venirse en ella, si podría vaciarse, ella en lo mas alto de su clímax acepto, con la condición de que no pare de entrar en ella una y otra vez. Paolo lo había echo otra vez.
¿Acaso no mide el riesgo que esto puede significar? ¿Acaso no recuerda a cada momento el fracaso de la relación de sus padres con su inesperada llegada? ¿Acaso no se había jurado a si mismo, que no cometería los mismos errores que sus padres, y que no tendría hijos hasta que halla terminado por lo menos de estudiar una carrera decente? ¿Acaso estar enamorado significa dejar de pensar con la cabeza y dejarse llevar por lo que dicen lo huevos?
¡Que le costo a Paolo adicionar a su pedido de Snack y bebidas, un par de condones que no le hubieran costado ni la mitad de lo que le costo lo otro! ¡Paolo, eso es lo que siempre ha querido tu padre, que te calientes por algún culito bonito, que la llenes, que la embaraces, y con eso que te tragues todas tus palabras e insultos en contra de él! ¡Paolo, eso es lo que siempre han querido los que dicen que nunca vas a triunfar y ser nada en la vida, y a los que tu respondes siempre diciendo que ya verán y que algún día cuando seas alguien te cagaras de risa de ellos! ¿Paolo, que dirá tu madre? Que siempre te ha cubierto en todo. ¿Pero te podrá cubrir de esto?
Jimena y Paolo ahora duermen mojados sobre ese silencioso colchón, testigo de sabe Dios, cuantas jornadas amatorias y embarazos no deseados. Jimena abraza a Paolo y quizá dentro de ella ha comenzado una vida, o quizá no. Pero lo único que le queda claro a Paolo, es que ese no fue un buen día para él y quizá para nadie.



UD. ES LA VISITA NUMERO:





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8 comentarios:

  1. super super indesente y caliente (lo bueno de leer tv blogspot es qve conosco a estos protagonistas y es asi como entiendo la historia) xevere sigve asi para ya eres un triunfador como escritor
    (www.el1ersegvidor.blogspot.com)

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  2. ala oe komo taz jajja
    ta lokasoooO ah esa parte de un dia prometedor mas metedor q "pro"jjja
    sigue asi lokito xq tu en esta >>>puta vida<<<<<
    (pero no mas q tu) lo vaz ah lograr tooo
    ok alamoz kuidat ya no mames
    jajaja
    bye

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  3. ASU AMIO ESTA HISTORIA
    ESTA CHVR PUXA Y ES MUY EXITANTE JEJEJEJEJ

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  4. felicitaciones diego se ve q t gusta la pluma peor para escribir, puxa nunk pense q escribias tan chevere bueno a ver ps siempre q escribas me mandas para distraerme chau cuidate ..!

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Muy buena las dos historias con partes muy imaginativas, con ese toque de placer y satisfaccion que el escritor nos brinda, muy original y me gustaron muchísimo.

    Good luck. in your life as a writer.

    ¨Richard¨

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  7. oie!!

    PRoMeTiSt aLgO VeRdD!!

    Me HE SeNtIdO AfEcTaDa NuNk Vi Mi nOmbRe aL

    iNiCiO D La HiStOrIa!

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  8. BuEno AuN AsI!!!

    sTuVo MuY MuY BuEnA!!!

    Me hIcIsT ReKoRdAr jaja!

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