"El pene es la maquina perfecta, es la unica que trabaja cuando se para."
La república independiente de mi entrepierna es rebelde y soberana. Se maneja con absoluta independencia de mis deseos y antojos. Es ella quien decide a quien debo tirarme, o por quien me debo de dejar tirar o simplemente pensando en quien debo masturbarme. Es opresiva y dictatorial, siempre anda emancipada o en busca de posibles víctimas. No distingue raza ni sexo ni condición social y mucho menos religión. Es una república sumamente bélica y conflictiva, que anda siempre maquinando un plan para hacerle daño a alguien. Es ella quien me manipula y me obliga a escribir artículos que yo no quiero hacer; es ella quien se aprovecha de mi debilidad mental y me somete a sus perversiones y me presiona para que cuente las depravadas historias que me toco vivir con personas igualmente confundidas que yo, pero que a fin de cuentas tampoco tienen la culpa de serlo.
La república independiente de mi entrepierna desde hace mucho que se desprendió de la razón o de mis sentimientos, ahora ella se maneja con total autonomía, se rige con sus propias reglas y suele ser sumamente dura con las personas que la lastiman o que juegan con ella. Es de por sí el ser mas vengativo que cohabita conmigo. Cuando no fabrica espermas lo único que hace es planificar venganzas, elaborar historias ciertas o falsas que vinculen a las personas que la hirieron o que no le permitieron invadirlas. Yo simplemente soy un esclavo de mi entrepierna y soy consciente que siéndolo he perdido amigos, amantes y más que eso, pero yo no puedo luchar contra eso, ya me canse de luchar contra eso, lleve muchos años de mi vida tratando de ganarle la batalla a mi entrepierna y no pude, fue una batalla sangrienta llena de llantos y lamentos, un batalla en la que muchas de las personas que quiero o que quise se inmolaron heroicamente tratando de ayudarme o tratando de hacerme entrar en razón, pero no pude, mi entrepierna me venció; así que simplemente me he dejado conquistar y he cedido a sus antojos, me desvivo por complacerla, por procurarle el placer que siempre le fue esquivo o que mejor dicho, siempre traté que le fuera esquivo. Invierto para ello mucho dinero, busco la manera de conseguir personas cada vez más arriesgadas y peligrosas, intento darle en gusto en todos sus caprichos y cuando de un día para otro me pide que escriba sobre alguien con quien hice el amor, lo hago, así pierda amigos o mejor dicho, supuestos amigos que se acostaron conmigo pero que hoy no se acuerdan de nada y se horrorizan al leerme o así toda la comunidad cristiana se moleste conmigo.
Yo solo pido que respeten la decisión valiente que he tenido de confesar que me dejo manipular por mi entrepierna más que por mi lógica o mi razón, y así como algunos se dejan manosear por líderes de sal que lo único que hacen o intentan hacer es lucrar de una manera escandalosa, yo me dejo gobernar por un ser sumamente frio y calculador, pero no por eso poco inteligente, yo diría que mucho más inteligente que mucha de la gente que me critica, y siento mucho si peco de soberbio, pero es la verdad, si le tomamos una prueba de coeficiente intelectual a mi pene y a algunos de los individuos sin secundaria completa que balbucean comentarios chapuceros contra mí persona o contra las cosas que escribo, les aseguro que mi entrepierna se los lleva de encuentro.
La única diferencia entre ellos y yo, es simplemente el hecho de que yo digo en público lo que hago o lo que hice, sin temor al qué dirán o al que pensarán, en cambio ellos, que aún siguen en el closet y que seguramente seguirán allí, nunca lo harán, porque se cagan de miedo y porque nunca tendrán los huevos que me jacto de tener para hacerlo. Seguirán jodidos, confundidos, enojados conmigo y me odiarán y me seguirán odiando porque reconocen en mí, la persona que ellos nunca podrán ser.
Es válido dejarse manipular por alguna parte del cuerpo. Hay gente, la más tonta creo yo, que se deja manipular por el corazón o los sentimientos, esa gente, normalmente, es la gente que siempre termina siendo dañada por alguien o la que busca cierta gente para manipular a su antojo. Los que se dejan manipular por la razón o la lógica siempre andan buscándole tres pies al gato, siempre andan buscándole un motivo o un fin para lo que hacen, algo que no siempre tiene que ser así, porque las verdaderas cosas importantes de la vida nunca tienen un motivo, siempre suceden porque sí, porque así debieron suceder. Yo me dejo manipular por mi entrepierna, que es de por sí la manera más fría de ver las cosas, una manera de actuar por instinto sin dejar de lado el cálculo y la felicidad.
Y a pesar de que muchos se arrepientan de habérsela cruzado en su camino y simplemente hoy la nieguen y pretendan limpiar su imagen, todos muy bien saben quienes fueron víctimas de la república independiente de mi entrepierna y si es que no, pues para esto estoy yo y con esa finalidad creé este blog, para difundir las ideas, no sé si validas o invalidas, pero ideas al fin, que se le ocurren a mi entrepierna.
Diego Alonso Granadino.