lunes, 27 de abril de 2009

El gran problema de mis padres

A Fer, por enseñarme a creer en el destino.

"Debe haber sido complicadísimo tener un hijo tan confundido como yo, un hijo rebelde, onanista, inconforme, lunático, rencoroso, inmaduro, descreído, maniático, afeminado, contestatario, un púber revolucionario, con ansias de ser Miss Perú, adicto y sin ambiciones."



Solo traes problemas a esta casa, ¿por qué no te largas donde tu papá?
Esta es una casa decente, aquí no vamos a aguantar tus estupideces. ¡Vete donde tu mamá!
Papá y mamá nunca me entendieron, tal vez aun ahora no me entiendan. Papá jamás comprenderá que no quiero ser medico, sino escritor; mamá jamás entenderá que no quiero ser novio de la primita Rosa, sino del primito Willy, aunque no puedo negar que Rosita esta buenísima y que siempre me toco pensando en ella, lo siento primita, se que leerás esto y que nunca mas te cambiarás frente a mi, pero son gajes del oficio ya me estoy acostumbrando.
Yo ya me acostumbre a ellos, el problema es que sospecho que ellos nunca se acostumbrarán a mí. Debe haber sido complicadísimo tener un hijo tan confundido como yo, un hijo rebelde, onanista, inconforme, lunático, rencoroso, inmaduro, descreído, maniático, afeminado, contestatario, un púber revolucionario con ansias de ser Miss Perú, adicto y sin ambiciones.
Ahora ya no quiero cambiar el mundo, ni siquiera quiero cambiar yo mismo, quiero vivir en paz con todos, principalmente con mis padres, no le guardo rencor a nadie, solo me guardo rencor a mí y justamente por eso, por que no soy nadie.
Ya comprendí que ellos nunca comprenderán, ya comprendí que les hice mucho daño tratando de ser quien soy frente a ellos, pretendiendo que me entiendan, ya me canse de luchar, ahora seré lo que ellos quieran que sea (suponiendo que ellos quieren que sea algo), fingiré, los haré felices.
Siento que papá siempre esta equivocado, creé que debo ser como él o que mi mayor anhelo debe ser pretender parecerme a él, gracias a Dios no tengo tan bajas aspiraciones, papi.
Siento que mamá no es mi mamá, siento que es mamá de otro hijo, un hijo utópico, un hijo decente, católico, apostólico y romano, un hijo que será profesional, un hijo que nunca seré yo, siento mucho no haber sido un buen hijo, por eso ahora quiero intentar ser una buena hija, mami, dame la oportunidad de demostrártelo.
Papá sospecha que no soy tan varón como él quisiera que fuese, me lo ha dicho una infinidad de veces, ha llegado hasta amenazarme y yo, de chico, era muy feliz comportándome muy femeninamente frente a él y con eso, amargarle la vida, pero ahora trataré de contratar a algunas amigas lindas para llegar con ellas del brazo a los almuerzos familiares y con eso hincharle el pecho a mi viejo, se lo merece.
Papi, no puedo hacer nada contra esto, por mas que te quiera no puedo dejar de voltear a verle el trasero a un chico como lo haces tú con las chicas, por mas que quiera no puedo dejar de ver fotos de chicos desnudos en Internet, como imagino haces tú también pero con chicas y tampoco puedo dejar de imaginarlos sobre mi, haciendo cosas que tú tal vez nunca podrías imaginar.
Mamá sabe que la quiero y sabe que la quiero mas que a papá. A ella no le cuento que quiero ser escritor, no por miedo como a papá, sino por que se pondría insoportable, la tendría espiándome todo el día, pidiéndome las historias para leerlas y contándole a todas sus amistades, que son miles, que su hijito es escritor, que es amigo del Bayly y yo frente a ellas enrojeciendo, bajando la mirada, diciéndoles que exagera; eres muy curiosa mami, ojala que nunca leas mi correo electrónico, creo que ese sería el fin de tus días.
Solo ahora, cuando estoy apunto de ser mayor de edad, me doy cuenta que siempre he sido el gran problema de mis padres. Solo ahora comprendo que a ellos nadie les enseño a ser padres, que jugaron a ser padres muy jovenes y que de ese experimento salí yo. No quisiera seguir siendo un problema, quisiera en los proximos años solo alegrarles la vida, enorgulleserlos, pero va estar dificil, siendo yo su hijo.
La gente me dice que ha aprendido muchas cosas de sus padres, yo en verdad solo he aprendido dos cosas: que nunca debo tratar de imitar a papá, en nada, ni siquiera en las buenas acciones, que no tengo el placer de conocerlas pero siempre hay que dar el beneficio de la duda, y que debo evitar en lo posible, formar una familia con una chica como mamá, no por que haya sido una mala madre, sino por que yo quiero que mis hijos sean todo lo maricones que yo no pude ser, justamente por culpa de ellos, quiero que sean libres de elegir que hacer y por consiguiente con quien acostarse, pero lo mas importante, quiero que sean felices, todo lo felices que yo no fui por ocultarle a mis padres, a los que yo quisiera llamar amigos, mi verdadera forma de ser.
Diego Granadino


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lunes, 20 de abril de 2009

La furia del varón

A Javi, el chico que pretende vivir oculto toda su vida.
De Diego, el chico egoista que lo quiere para su bando.



Le escribo a Javier diciéndole que el próximo lunes publicaré en el Blog una historia parecida a la nuestra.

Me pide que se la envíe antes de publicarla. (Siento en su correo algo de temor)

Le digo que no acostumbro a hacer eso, pero que siendo él quien me lo pide, lo haré encantado. (La verdad es que siempre acostumbro a enviarlas y me regocijo con el sufrimiento de los protagonistas que se ven inmersos en mis historias y que se desviven en suplicas para que no las publique) Se la envío.

Me responde después de una hora. Como lo suponía pidiéndome que no la publique, que lo reconocerían de inmediato, que sería una cobardía mía.

Yo le digo que tiene razón, que soy un cobarde. (Y es que puedo ser cobarde, pero no mentiroso)

Me escribe diciéndome que no tengo derecho a escribir sobre la gente, que escriba de mis cosas, mis cochinadas, mis mariconadas, pero que de él no escriba, que no podía cagarle la vida de esa manera. (Y yo pienso, tu vida esta cagada, tal vez desde antes que nacieras)

¿Tanto miedo te da que la gente sepa que te gustan los hombres? Le pregunto.

Si me da o no me da miedo no es tu problema, solo te pido que no publiques esa mierda, me responde. (Yo se que te cagas de miedo, cabrón)

Le vuelvo a preguntar, ¿De cuando acá tú me das ordenes?

Me responde: no te estoy dando órdenes, te lo estoy pidiendo de favor, si quieres que te suplique, te suplico pero no la pongas, piensa en Carmen. (Sí, si quiero que me supliques, pienso)

A mi Carmen me tiene sin cuidado, le digo, él que me importa eres tú.

Entonces si tanto te importo, ¿Por qué me quieres cagar? me pregunta, ¿Qué quieres que haga? Yo hago lo que quieras. (Quiero que vuelvas conmigo idiota, que dejes a esa estupida, pienso)

Yo ya no quiero nada de ti, ya pasaste de moda, le contesto.

¿Tanto te dolió que te dejará? Esto no lo haces por cagarme a mí, lo haces por Carmen, me escribe. (Sí, me dolió, pero mas me dolió que me dejaras por ella, yo era mucho mejor, ella no te merecía, pienso)

Veo que ahora Carmen te interesa bastante ¿Cuándo nos acostábamos no te interesaba mucho no? le pregunto.

Eso era en otro tiempo, yo estaba confundido. Ahora veo que fue un error confiar en ti, puta madre no sabes como me arrepiento, me reclama. (Confundido vas a estar siempre, pienso)

Tienes razón, ni yo mismo confío en mi, no se por que tú tendrías que hacerlo, nadie confía en mi y no hagas el papel de victima, tú, un hombre del que nadie pensaría nada malo, el chico que tiene muchas enamoradas, el matón del grupo. Te ves patético, me defiendo.

¿Eso es lo mejor que puedes hacer? ¿Te crees escritor por que escribes esas mierdas? Piensa en tus amigos, ¿No te das cuenta que los estas perdiendo? Tú diciendo que eres maricón no pierdes nada, total eso todo el mundo lo sabe, me dice. (No tengo amigos, mi único amigo eras tú, pienso)

Me creo escritor por que escribo sobre mi vida, en ficción o en memorias, y tú has estado inmerso en ella ¿O te has olvidado de todas las veces en que nos acostamos? y ahora te asquea la mariconada. Yo tengo derecho a escribir sobre mi, sobre las cosas que me pasaron y tu eres una de esas cosas, así ahora te duela serlo, me defendí nuevamente.

Él me respondió: Ahora tú eres el abanderado de la mariconada, ahora estas orgulloso de ser maricón, ahora te sientes importante cuando dices que eres maricón, ¿Acaso no te acuerdas cuando te cagabas de miedo de que nos vean juntos o que se enteren lo nuestro? ¿Acaso no recuerdas como le mentías a Jimena, a tus papás? Tu vida es una mentira, date cuenta, nunca vas a ser feliz, nunca. (Y tú eres el abanderado de los rosquetes que no se atreven a decirles a sus novias que también les gusta acostarse con hombres, pienso)

Sí, claro que recuerdo todo, yo no era feliz ocultándome de la gente, fingiendo algo que no era y no podré ser nunca, en cambio ahora si lo soy, aunque no lo creas lo soy, aunque te duela lo soy, yo si salí del closet, que tú no quieras salir no me a obliga a quedarme contigo en un acto solidario, le dije.

Nunca se puede conversar contigo, no has cambiado nada. Solo sé que el día en que te vea te voy romper la cara por cabrón, me amenaza. (Es verdad, yo no he cambiado nada, pero tú si, estas mas lindo, pienso)

Y yo solo sé que el día en que te vea trataré de abrazarte, recordar viejos tiempos en el cole y te invitaré a revisar mi Blog, le digo. (www.depajaenpaja.blogspot.com , pienso)

Javier no me respondió, tal vez nunca más lo haga.

Gracias Javier, nunca sabré como pagarte tanta inspiración. Nunca encontraré la manera de retribuirte tantos buenos momentos. Gracias por hacerme entender que estar oculto, que no aceptarse, no es la mejor manera de vivir. Te agradezco eternamente haberme hecho tan feliz antes, ahora y siempre. Saludos a Carmen.

lunes, 13 de abril de 2009

Crónica de una golpiza anunciada

A David y Sonia, por ser el hombre y la mujer que yo nunca podré ser.

"El rumor de que mi cabeza rodaría por los jardines de la iglesia el día sábado ya había corrido con fuerza, recibía a diario correos excitados de amigos o enemigos, instándome a asistir a esa ceremonia, que tal vez sea la ultima de mi vida, pensaba yo..."



El fin de semana pasado se casaron dos buenos amigos míos, supongo que serán felices pues creen y cumplen todo lo que Dios les dice que hagan y es por eso que creo que yo no seré feliz nunca, pues no cumplo nada de lo que Él supuestamente dice y además dudo mucho de su existencia. Me parece risible el hecho de que esos locos hayan unido sus vidas, tal vez para siempre o hasta que se cansen de tener sexo, pero me enorgullece que se hallan atrevido a hacer algo, que tal vez, yo nunca me atreva a hacer. Jamás me casaría, jamás le juraría a alguien amor eterno o fidelidad, pues creo que el amor va desapareciendo con el tiempo y con la falta de sexo y la fidelidad no fue creada exactamente para mí. Mucho menos gastaría cantidades inexorables de dinero en abultar los vientres, procurar danzas y brindarles una recepción armoniosa a sabe Dios cuantos invitados. Tal vez pueda gastar ese dinero (o lo gaste en la actualidad) ensanchando mi vientre o procurándome placeres sexuales, pero nunca lo gastaría en esa gente desconocida que acude en grandes cantidades a todo evento y recepción existente. Al matrimonio de mis amigos asistieron todas las personas que yo jamás invitaría a mi boda, a excepción de algunas claro esta, y esto lo digo para no perder algunos lectores susceptibles. Por eso y otras cosas mas, no estaba en los planes de mi agendita roja, la cual por cierto es italiana, asistir a ese evento; pero algo en el transcurso de la semana me puso casi en la obligación literaria de asistir: me comentaron que entre los asistentes estarían muchos de los protagonistas de las historias, ciertas o falsas, que escribo y como yo soy un joven siempre dispuesto a meterse en líos y además siempre apto a que le rompan la cara un sábado por la tarde, fui. Primero converse con la novia y le pedí que me garantizara que mi vida no corría peligro y ella que es tan linda y que además miente bien, me dijo que nó, que todo estaría bien y yo que soy un cobarde, simplemente no le creí y llame al novio y este me pidió encarecidamente que valla y me prometió su protección eterna y yo, y esto solo confirma que soy un marica, no le creí. Entre los invitados estarían, mi ex novia, esa que en una historia de navidad embaracé, acompañada claro esta de su orangutánico novio, también otra ex novia mía, que sabe Dios como pago la cuenta del WA LOK y esto solo por el simple echo de no abrir un poco las piernas y procurarme un placer y por que no, procurárselo así misma, aunque conmigo como amante esto es improbable. Asistiría también otro de mis protagonistas que paso a la eternidad gracias a su pequeño pene, el cual él mismo adjetivo como chiquitito, entre otros. Era por eso que no me podía perder ese cocktail de golpes, que estaba seguro me procurarían ellos y muchos invitados mas. No les voy a negar que me cagaba de miedo de ir, la verdad es que me recontra-cagaba de temor pues terminarían de destruir mi ya destruido rostro y claro causarían la burla generalizada de todos los que asistan a esta venganza (o linchamiento) popular. El rumor de que mi cabeza rodaría por los jardines de la iglesia el día sábado ya había corrido con fuerza, recibía a diario correos excitados de amigos o enemigos, instándome a asistir a esa ceremonia, que tal vez sea la ultima de mi vida, pensaba yo. Y yo les respondía dudosamente y no dejaba muy clara mi presencia ese sábado, tal vez sangriento.
Se que no debería contar esto, pero yo siempre escribo o hago lo que no debería y es por eso que quiero ser escritor, pero yo hace mucho que me escribo correos con una ex novia, que jura por lo mas sagrado que tiene, que no se que será, que no se comunica conmigo y que además me aborrece, y esto por el simple echo que tiene un novio algo celoso y algo negro también, que no le permite siquiera pronunciar mi nombre. Nos escribimos correos a veces lindos, otras veces rencorosos y esto es por que a pesar de todo, tal vez no hayamos sido los mejores novios, pero siempre vamos a ser los mejores amigos del mundo. Tenemos cuentas de correo secretas, inimaginables, impenetrables, en donde ella me cuenta sus discusiones tontas con ese australopiteco, que funge como su novio y yo le digo lo que escribiré los lunes y ella me da su punto de vista y a veces más que eso. Por eso dos días antes de la boda, le pregunto si son verdaderos los rumores que están circulando por hay respecto a las pocas horas que le queda a mi a rostro antes de ser demolido. Y ella me responde luego de un par de horas diciéndome que tal vez lo son, que ya era hora de que alguien me parche y que ella se reiría mucho. Y yo le respondí que tenía razón, que mis padres nunca me habían tocado siquiera el pelo y que tal vez por eso era un marica y que estaba dispuesto a que me peguen para luego escribirlo pues son gajes del oficio. Y ella me respondió diciéndome que no me pasaría nada, que no sea tontolín, que si bien ella iría acompañada de su novio, pues este no la dejaba ni a sol ni a sombra, él no me haría nada pues ella no se lo permitiría, pues en el fondo, y muy en el fondo creo yo, aun me tiene cariño y siempre se caga de risa con mis historias y sabía que como soy un marica, luego de que me peguen no las escribiría jamás, y yo pensaba de que estaba equivocada y lamentaba que en tanto tiempo de conocernos, me conociera tan poco, pues yo soy una persona obstinada y jamás un golpe me intimidaría. Le respondí el correo agradeciéndole y pidiéndole que vaya con el vestido que me encantaba cuando éramos novios y como posdata le pedí que vacunara antes a ese chimpancé al que ella llama enamorado. No me respondió el correo y yo fui a comprar el terno que llevaría puesto ese día, fue negro y de novio como el que siempre quise tener, dolió un poco pagarlo pero era necesario estar elegante, lo malo que la elegancia se me paso un poco de la mano pues opaque un tanto al novio, lo siento amigo. El día llego como volando, me arregle lo mejor que pude y mientras contemplaba mi rostro en el espejo, pensaba que tal vez esa era la ultima vez que lo veía intacto. Enrumbe a la iglesia como a las tres y media, a mi me pidieron los mismos novios, que procurara llegar a las tres, pero no es elegante llegar temprano por eso no lo hice. La camioneta se detuvo en las rejas de la entrada, baje de ella acompañado de dos amigos, que serían mi fuerza de choque en caso de algún disturbio que ponga en peligro mi integridad física, pues la mental ya colapso hace mucho. Ya había mucha gente y todos me miraban expectantes, como si hubiera ingresado a un Rin de box, salude a los pocos que se atrevieron a recibir mis saludos y busque con la mirada a algunos de mis supuestos rivales, pero no estaban. Me decepciono un poco llegar antes que ellos, me hubiera encantado aparecerme en esaa camioneta negra y que ellos me vean descender de esta, mirándolos con el desprecio que me infunden. Luego de eso me dispuse a entrar y escuche en coro los susurros vergonzantes de todos los invitados, era ella, viene con él, pobre Paolo, decían y yo los odiaba y me cagaba de miedo. Ingrese entonces apurando el paso y me pare donde me dijeron que estuviera parado para recibir a la novia, entonces los vi entrar, apurados, sudorosos, él buscándome con la mirada y ella encontrándome y observándome descaradamente, tal vez ya no me recordaba, ha pasado tanto desde la ultima vez, estas gordísimo me hubiera dicho si es que pudiera hablarme. Ella también había engordado bastante, tenía el pelo color caca, yo si no podría olvidarme de su rostro y mucho menos de su sonrisa, esa que me ofrecio cuando nos cruzamos frente a frente y preferirnos no hablarnos, mas si sonreírnos y con eso yo firmar mi sentencia de muerte, en manos de su novio y ella causar un pelea entre ellos que termino por hacer que el negrito se fuera ofendido y que ella, mi ex novia y mi amiga vía correo electrónico, fuera tras él. Con eso, se llevaron mis ansias locas de volver a hablarme con ella y las ganas tremendas de que me rompan la cara y poder ganar mas dinero semanalmente escribiéndolas. Nunca se repetirá esta ocasión y tal vez otras personas me rompan la cara antes que él, por eso ahora solo me queda decir: ¡QUE VIVAN LOS NOVIOS!
Diego Granadino.


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lunes, 6 de abril de 2009

Las horas despues del fín

A los amigos que me rehicieron después del fín y a los que sin duda, debo esta historia y muchas más.

"Ella esta tratando de no pensar en él, pero no puede, sus ojos se llenan de lagrimas al recordarlo de rodillas, suplicándole que no lo deje, que no podrá vivir sin ella, diciéndole que la perdona pero que se quede con él..."



El fin fue triste, fue rápido, fue raro. Raúl nunca imaginó que ese día llegaría y cuando llego, no supo como actuar. El fin no fue el que esperó, en realidad, él nunca esperó un fin, pero si debió haber uno, nunca pensó que fuese ese.
Raúl no ha parado de llorar, no se resigna a ese fin. Llora y lee la carta que le hizo, una carta que nunca le pudo entregar, una carta que ella no merecía. Ella lo odia, pero también siente pena por él, sabe que es una buena persona, que no se merece eso que ella le esta haciendo, pero piensa, es lo mejor, es lo mejor. Raúl esta devastado, tiene muchas cosas en la cabeza, no quiere vivir si ella no esta a su lado, la necesita, no importa lo que ella le haga, él la perdonaría siempre, piensa. Ella esta tratando de no pensar en él, pero no puede, sus ojos se llenan de lagrimas al recordarlo de rodillas, suplicándole que no lo deje, que no podrá vivir sin ella, diciéndole que la perdona pero que se quede con él, nunca podré olvidarlo, piensa ella. Raúl rompe su carta, la maldice, la insulta, se siente traicionado, llora, habla solo y se golpea contra el piso, quítate de mi mente, dice. Ella quiere llamarlo, arreglar las cosas como siempre, pero se contiene, si no lo hacia hoy no lo hacia nunca, piensa. Pobre Raúl, nunca me lo perdonará. Raúl recuerda como se conocieron, como fue su primera vez e intenta recordar donde se jodió todo, se lo pregunta en voz alta, se lo pregunta a ella, sale a la calle a ver si aún sigue por hay, no le importa que lo vean llorando, con la frente ensangrentada, corre al paradero y no la encuentra, corre tras los autos y no la encuentra, por que te fuiste, piensa. Ya lo olvidaré, piensa ella, el tiempo todo lo cura, a él también lo curará. Raúl la llama al celular, escucha las timbradas, le ruega que le conteste, el celular timbra muchas veces y le pide mensaje. Ella apaga el celular. Raúl la insulta y tira su celular a la vereda, luego se va dejándolo en el piso. Ella vuelve a prender su celular, marca el número de Jesús, le dice que esta yendo para su casa, que no se mueva, Jesús le pregunta que tiene, ella le dice que nada, que allá le cuenta. Raúl lamenta haberle echo eso, ahora el se echa la culpa de todo, mira los peluches que ella le regalo, los besa lo huele, huelen a ti, piensa. Jesús esta esperándola en el paradero, la ve llegar, ella lo abraza y llora en su pecho. Raúl recuerda como y cuando se los regalo, sonríe, suspira, vuelva a llorar. Los abraza, nos ha dejado a los cuatros, les dice. Ella se ha calmado, su cabeza reposa en el hombro de Jesús. Él le soba la cabeza, le besa la frente, le dice que él esta a su lado. Ella lo mira, suspira, quiere imaginar que es Raúl quien la abraza, pero no puede, Raúl no huele igual, Raúl no abraza igual, nadie es igual a él, piensa. La frente no le para de sangrar, toda la ropa esta llena de sangre, lagrimas y dolor. Me las vas a pagar algún día, dice en voz alta mientras se lava la cara. Jesús, aprovechando las circunstancias, intenta besarla, ella no quiere, aprieta los labios y vuelve a llorar, es de noche, nunca debí estar con él, piensa, nunca debí venir. Nunca debí estar con ella, piensa Raúl observándose la frente en el espejo. Soy un imbecil, un huevón, no se por que chucha la amo, le dice gritando a su reflejo. Que chucha me hiciste, continúa, ¿Qué chucha me has hecho para que yo este a sí? ¿Por qué ya no me quieres? Ella teme no poder olvidarlo y volverlo a buscar, teme equivocarse otra vez, ¿Qué hago? Se pregunta en voz alta. Lo que diga tu corazón le responde Jesús. Mi corazón me dice que busque a Raúl, piensa ella. Ya vas a regresar, piensa Raúl, ojala que él te de todo lo que yo te di. Que este siempre cuando tú se lo pidas, que no te diga no a nada. No debí decirle eso, piensa ella, no debí mentirle, ¿Qué estará haciendo ahora? Se pregunta mentalmente. Ya paso loquita, tranqui, por algo pasan las cosas, le dice Jesús. Seguro él es mucho mas hombre que yo, se dice Raúl, seguro ese hijo de puta te podrá defender, seguro a él si lo podrás lucir, seguro nunca te avergonzaras de él. ¿Entonces es el fin? Le pregunta Jesús. Si, es el fin, responde ella. ¿Cómo a si? ¿Qué le dijiste? Le dije que estaba contigo, le respondió ella y se le quebró la voz. Quédate con él pues, pero carajo cuando me busques, cuando me llames, no voy a estar aquí, nunca mas caeré, nunca más, dice Raúl observando la única foto que tiene con ella abrazados frente al mar. ¿Y qué te dijo? Le preguntó Jesús, en el fondo divirtiéndose. Se puso mal, me lloro, me trato horrible, pobrecito, no debí mentirle. Te juro voy a ser alguien en la vida, que algún día nos vamos a cruzar por hay y que ahora seré yo quien te humille, seré yo quien te trate mal. Me voy a cagar en plata vas a ver, le continuaba diciendo a la foto que ahora estaba empapada de lagrimas. Eso lo alejará de ti, vas a ver que es lo mejor, le dijo Jesús nuevamente acercándose a su boca. Ojala Jesús, ojala, me duele como mierda perderlo, no voy a poder sola, le dijo. Si vas a poder vas a ver, yo te voy a ayudar, yo siempre voy a estar a tu lado, te lo juro princesa, le dijo Jesús. No me digas princesa, así me decía Raúl, le respondió. Princesita, perdóname por no haber sido el chico que tú esperabas, perdóname por todo, le escribía en un correo Raúl. Si tú me dieras la oportunidad yo te ayudaría a olvidarlo, yo te esperaré, yo te entenderé, sola no podrás. Tú no harías eso, no lo harías por mí, recién nos conocemos, tú no estarías conmigo sabiendo que amo a otro. Si lo hago, por ti lo hago, yo solo quiero tu bienestar, te voy a enseñar a amarme vas a ver. Que dices ¿Quieres intentarlo?, le pregunto Jesús, cogiéndole la cara. Piénsalo princesa, tú sabes que yo siempre estaré aquí, esperándote, te amo mi amor, finalizaba su carta Raúl. No se Jesús, tengo miedo, le respondió ella. ¿Miedo de que?, le pregunto Jesús acercándose. De equivocarme otra vez, de herirte. Ya no quiero herir a nadie mas, le respondió ella, otra vez llorando. No llores, te pones fea cuando lloras, confía en mi, conmigo todo será distinto, ya veras. ¿Me lo juras? Le pregunto ella. Te lo juro, le dijo él rozando sus labios y comenzando a besarla. Ella lo beso, no besaba como Raúl, besaba mal, trato de seguirle el ritmo y pensó en Raúl. Raúl beso la foto y la quemo con un encendedor. Jesús la acompaño al paradero. La embarco y al despedirse la volvió a besar y le dijo nuevamente que confiara en él, que todo iría bien. Eso espero, chau Rau…Jesús, se despidió ella, algo avergonzada por la confusión. No te preocupes preciosa, yo te entiendo, yo te entiendo, la ayudo él. Raúl tomo unas pastillas para dormir y se prometió que algún día, cuando sea escritor, escribiría esta historia.

Diego Granadino.


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viernes, 3 de abril de 2009

Intentando consolar a Ana

Para Ana, sus hijos y para quien lo necesite.

"Escribo lo que no digo y no diré nunca, tal vez por cobarde o porque simplemente mi función en esta vida -además de mi vocación- no es andar diciendo cosas, sino escribiéndolas." Diego Granadino




Deja que te cuente un cuento, que te tranquilice, que te adormezca.
Que haga que tus fantasmas se alejen mientras oyes mi voz.
Que la sonrisa apenas se dibuje mientras me miras.
Deja que mi historia te acune, que te olvides de todo: de la muerte, de tu miedo, de la angustia, del dolor intenso.
Déjame que llore por ti, para que tus ojos estén menos hinchados. Para que tengas más lagrimas mañana. Para que no se sequen tus adentros.
Déjame que enjugue tu pena, que beba un poco de tu angustia, que este momento oscuro no sea solo tuyo.
Déjame que rompa esa rabia que oscurece tu rostro, que envilece tu humor, que abriga la desesperanza.
Deja que me acerque a ti, humilde, sereno, anhelante de tu risa y tu mirada esquiva.
No me respondas ahora, calla un instante, abandónate a este incierto.
Deja que sean mis manos las que hablen por mí.
Deja que hoy sea yo tu remedio.

Diego Alonso.