lunes, 30 de marzo de 2009

La muerte con la que Dios se huevio

A Maria del Carmen Condo Paredes, por haber sido por mucho tiempo, el mejor reemplazo de mis padres.

"No se si creo que Dios existe, no se si creo que Dios no existe, solo se que Camucha no debió morirse, no ahora, tal vez muchos años después..."



Camucha ha muerto. Su cuerpo no resistió más. ¿Por qué ella? Dios esta loco. Cáncer de mierda.

Fue la primera muerte que me dolió. Fue la primera muerte que presencie de cerca, que sentí, que me estremeció, que me destruyó. Hay personas, que uno cree, nunca morirán. Personas tan buenas, tan nobles, tan humanas, que sería una locura imaginarlas frías, hinchadas, empezando a podrirse, como un animal muerto, como cualquier cosa.

Justo un año atrás, festejamos los quince años de tu hija. Estabas tan radiante, tan llena de vida, tan ilusionada, aun más que tu hija, y yo era feliz a tu lado, Camu, y me sentía, por qué no, también tu hijo.

No se si creo que Dios existe, no se si creo que Dios no existe, solo se que Camucha no debió morirse, no ahora, tal vez muchos años después, cuando halla conocido a mis hijos, los halla cargado, los halla mimado, como me mimo a mi. Debió morirse de viejita, rodeada de su hija, sus hijos adoptivos, sus nietos y todo aquel que se sintió querido por ella, que no dudo sean cientos, si no miles de personas.

No debiste sufrir tanto Camu ¡no se por qué mierda sufriste tanto! Tú no te lo merecías, no merecías seis meses de agonía, de putrefacción, de miseria, ¡Tú no! Tal vez yo podía merecer esa muerte, pero ¿Tú por qué? Si algún día muero y Dios existe, lo primero que le preguntaré, si es que supusiera que no me voy directamente al infierno por no creer en Él, es por qué te toco ese aberrante suplicio, esa denigrante desaparición

Camucha fue tan dura y tan directa que me choco. Me dijo que estaba desahuciada, que cuidara a su hija, que no permitiera que nunca le pase nada, que siempre este a su lado. Yo no la entendía, no la escuchaba, no podía creerlo. ¿Por qué ella?

¿Qué mierda hiciste para que te tocara eso? Quizá tú también se lo preguntaste a Dios, me hubiera encantado saber si el muy cabrón te respondió y te dio alguna explicación lógica. No creo que te haya respondido, no creo que exista una explicación para lo que te paso, pero lo que me queda claro es que tuviste un coraje único, enfrentaste tu enfermedad de pie, sin quebrarte; yo no hubiera podido, yo me hubiera metido un tiro, hubiera tomado el camino mas fácil, el que siempre tomo por que soy un cobarde, un maricón. Pero tú resististe día tras día, mes a mes y te fuiste durmiendo, en paz, como siempre. Siempre recordaré tu valentía, tu decencia, tu buen humor.

Luego me aleje de ella, no podía creerlo, no lo asimilé. Me dolía verla postrada, sin maquillaje, quejándose. Mi reacción fue tonta, me arrepiento de ella, pues en esos seis meses la vi solo pocas veces y cuando regrese y estuve a su lado, ya no reconocía a nadie, estaba dopada, gritando, seguramente a Dios y cuando se calmaba, me miraba, lloraba e imagino que mentalmente me pedía que eso acabara, que ya no quería sufrir tanto.

Camu, estabas linda ese día, tu hija te puso linda. ¿Te acuerdas cuando tú la maquillabas a ella? Bueno pues, le enseñaste muy bien. Parecías dormidita, yo te juro que no lo creía, quise tocarte y decirte, Camu despierta, dile a todos que no estas muerta, que dejen de llorar. Pero no pude, una fría luna me separaba de tu rostro, de tu cuerpo, pero nunca de tu alma, que la sentía tan cerca de mi, secándome las lagrimas rebeldes que surcaban mi rostro, te sentía con los chicos, ofreciéndoles algo de comer, algo de tomar, la cama para descansar.

Mis entrañas se retorcían al oírla suplicar piedad, no sabia si llorar o de una vez acabar con ese martirio. Gracias a Fiore puede resistir todo eso, ella me dio la fuerza que nunca he tenido, me enseño a llorar y a no contenerme, me enseño a rezar, pues casi me había olvidado. Lloro conmigo, a su lado, sin conocerle, sin haber recibido todo lo que yo recibí, por eso siempre se lo agradeceré.

Camu, ese vestido estaba precioso, resaltaba muy bien tu pelito rojo, que hacia juego con esos labios carmesí que tantas veces me habían besado. Nunca olvidaré ese momento, el Chino a mi lado, llorando y yo abrazándolo y diciéndole que ya estas descansando, que eso era mejor, pero en ese momento estábamos inconsolables, para nosotros no estabas descansando, estabas muerta; para nosotros eso no era lo mejor, lo mejor hubiera sido que no te pase nada, que sigas esperándonos despierta hasta las cuatro de la mañana, con “la bajada” lista, calientita; o que nos despiertes a las diez de la mañana del domingo con nuestra avena y nuestro panteón, ay Camu, esos tiempos.

Ese letrero a fuera de la casa me destrozo a un mas, “No te puedo recibir, solo te pido que ores por mi. Camucha.” Me fui a casa a dormir, todos estaban preparados para ese momento menos yo. Y día siguiente, en el cole, a las ocho en punto, Camu se ha muerto, me dijo Helen, que pena carajo, dije yo, hay que arreglarlo todo, continué. Ese día recolectamos un huevo de plata, gente que ni conocía a Camucha dio el integro de sus propinas para comprarle arreglos florales, eso me demostró la calidad de gente con la que estudiaba y que eran la mejor promoción del mundo.

Camu, mira todo lo que he logrado. Podría decir que me va bien, pero nunca me ira bien sin ti, sin que tú me felicites, sin que te sientas orgullosa de mi. Quisiera verte a diario, decirte todas las cosas que hice, que hago, que haré, ¿Dime donde te puedo encontrar? ¿Dónde te puedo ver? Aunque fuera por solo unos minutos, unos segundos, ¿A dónde te escribo? ¿Dime si después de esta vida hay otra? Y si es así, ¿Dónde te puedo encontrar? Te juro que me mato y te busco, Camu. ¿No me crees? Si lo hago, Camu, por ti lo hago.

Llegue con miedo al velorio, nunca vi tanta gente, tantos arreglos florales. Estaban en toda la sala, el patio, la calle. Me saludé con los amigos mas íntimos, Helen, Julia, Chinito, Elizabeth y fui a verla, temblaba, el chino a mi lado y lloramos, fue la primera vez que lloré en publico y fue por Camucha, por nadie mas lo hubiera echo.

Tu casa esta vacía sin tu risa, Camu, se murió contigo. Ir y no encontrarte, ir y ver que en vez de ti hay otras personas o que no hay nadie, es como no ir. Tu sala tan linda, que tantas veces me sirvió de dormitorio, cuando mamá y papá preferían olvidarse de mi, hoy no existe. ¡Que pena, Camu! Tú jamás lo hubieras permitido.

El velorio duro tres días, esperábamos al esposo de Camucha o mejor dicho, ella lo esperaba a él. El entierro fue aun mas triste, no lo recuerdo muy bien, solo se que alguien del cole dio unas palabras, que me dolieron, unas palabras que pude haber dicho yo, pero por temor a quebrarme y no poder continuar, me negué. Cuando el cajón descendía me acerque y le puse una rosa roja, fue la ultima cosa que le di a Camucha, luego no aguanté y volví a llorar, Fiore trato de abrazarme, yo no quise, quería llorar solo o tal vez no quería llorar con ella, pues luego me fui lejos a llorar con Helen, que estaba peor que yo y la abrace y le dije cosas lindas, cosas que Camucha le hubiera dicho y nos calmamos y le prometimos que nunca nos olvidaríamos de ella.

Ha pasado mas de un año desde que te fuiste, yo nunca me resignaré, tal vez soy un idiota y la gente piense que estoy hablando solo, pero yo se que tú donde estés, me escuchas y te acabo de robar un par de lagrimitas, lo siento Camu, no quise hacerlo.
Y antes de despedirme quisiera agradecerte por adoptarme, por adoptarnos, por darnos todo lo que no encontrábamos en casa, por hacer de tu casa la nuestra, de tu corazón el nuestro. Tengo la esperanza de verte nuevamente ¿En donde? No se, Camu, pero en el cielo, si existe, no se, no creo.

Diego Granadino.


geads uk

martes, 24 de marzo de 2009

Solo es un sueño



"Álvaro Ugaz Otoya, recuerda que esto solo es un sueño. Un sueño que nos dormirá a todos. Nos vemos allá maestro."
Diego Granadino.

lunes, 23 de marzo de 2009

Mis amigas las prostitutas

A Jaqueline y Maria Claudia, de un gran admirador.

"Me encantaría ser como ellas y tener a los hombres a merced de mis antojos y caprichos, poder disponer de su vida, su alma e indudablemente de su fortuna..."


Mis amigas las prostitutas se ganan la vida de una manera loable, ofreciendo su cuerpo al mejor postor, vendiendo placer y procurando tenerlo ellas también. Realmente me encantaría ganarme la vida de esa manera, pero no puedo, yo no soy así, yo soy un alma caritativa (o tal vez tonta) que no puede estar cobrando por los placeres que va ofreciendo bien o mal, a propios y a extraños. Mis amigas las prostitutas en cambio, tienen todas las partes de su anatomía tasadas y tarifadas, en ese orden claro, y poder poseer esas partes de su recorrido cuerpo, algo maltratadas por el uso por cierto, amerita un previo pago de sus no baratos honorarios. Me encantaría ser como ellas y tener a los hombres a merced de mis antojos y caprichos, poder disponer de su vida, su alma e indudablemente de su fortuna, que en el acaso de los amantes ocasionales de ellas, no es poca. No son mujeres baratas, no son mujeres de la calle, no son mujeres vulgares; todo lo contrario, podría decirse que son putas caras, de buena familia, y educadísimas, eso sobre todo, egresadas de buenos colegios, pero caídas en desgracia. Y fue así como las conocí, en ese buen colegio del que guardo el mejor recuerdo, el último en el que estuve y tal vez el último lugar académico en el que valla a estar; cuando las conocí no tenían pinta de ser prostitutas, ni siquiera parecían ser chicas fáciles, eran mas bien, chicas decentes, de un eterno enamorado y de una aplicación académica envidiable. Al principio mi relación con ellas se torno monosilábica, pero luego con el tiempo fue mejorando insuperablemente, y ahora puedo decir que son mis amigas, mis mejores amigas. Nunca sabré el momento exacto en que mis amigas se volvieron prostitutas, tal vez lo hicieron por despecho, pues fueron maltratadas por sus novios, que las dejaron por otras, mas lindas que ellas por cierto; tal vez lo hicieron por no tener a su padre al lado, pues ninguna de ellas lo tiene, o si lo tiene tal vez preferiría no tenerlo, en realidad el verdadero motivo por el cual comenzaron a rifar sus cuerpos, solo lo saben ellas, pero desde que lo hicieron, pareció agradarles el echo de sentirse asediadas por toda clase de sátiros, hombres de edades insospechadas que buscaban en ellas, o dentro de ellas, un placer que por su avanzada edad, les era ajeno.
Mis amigas las prostitutas son chicas que poseen una belleza imperceptible, pero que han sabido de una u otra manera, ganarse la admiración de sus ocasionales amantes y su cuerpo aunque usado, no ha perdido valor; me pregunto: ¿acaso no estamos inmersos en una crisis mundial? Por que entonces estos amigos suyos, empresarios todos, con muchos miles de dólares en sus cuentas bancarias, seguían aumentando sus honorarios luego de cada sesión; por que el orificio de estas no se va devaluando con el tiempo, como lo hacen las casas, los autos, etcétera. Tal vez pienso esto, por que soy una persona envidiosa y además enemiga del progreso ajeno, pero es que en realidad su orificio, bastante promocionado por cierto, ha recibido mucho mas cariño que el mío, eso es lo que en verdad me molesta.
Mis amigas las prostitutas no siempre estuvieron con empresarios, antes andaban encamándose con cualquier otro que le ofreciera un buen plato de comida o una noche divertida, y dejando la modestia de lado, fui yo quien les procure un cambio de vida, pues les presente a gente con plata, gente que por cierto, les ha dado mas dinero que nadie en esta vida, dinero que yo no he visto nunca, ni siquiera por agradecimiento o paga, dinero que tal vez no tenga la dicha de obtener por meritos propios, pero cual disfruto y malgasto junto a ellas y soy el hombre mas feliz del mundo a su lado y siento que las quiero mas que a nada en este mundo y a veces, solo a veces, también quiero su cuerpo, pero soy consciente que es un deseo utópico pues nunca tendré el dinero necesario para poseerlas, domarlas y amancebarme con ellas. Y si alguna vez lo tuviera, que es improbable, nuestra amistad, indestructible, inmaculada, no permitiría ese acto incestuoso y justamente esto, lo hace aun mas interesante. Este es mi homenaje a ellas, que hacen con su cuerpo algo que yo no podré hacer nunca, tal vez por que no soy bueno para los negocios o simplemente porque soy un idiota.

Diego Granadino.



clasificados

jueves, 19 de marzo de 2009

Del amor, el odio y de otros demonios - Entrevista a Jordy Torres

Hola Jordy, ¿que tal como estas?
Bien tranquilo tratando de pasar el rato
Hombre que bueno, y dime, a todos les hago esta pregunta ¿Tú alguna vez te has acostado conmigo?
(Risas) no nada, ni en mis sueños, ni en mi imaginación pajística
Que pena, en cambio tú si has estado presente en mas que pocos pajazos míos.
Y hablando de eso ¿A estas alturas de la vida sigues siendo pajero?

(Risas) de vez en cuando, creo yo.
Claro siempre es bueno, hay mucha gente que dice que no yo nunca y se engaña. Yo lo hago siempre o me lo hacen ¿A ti te lo hacen seguido?
¡No! me lo hacían, hasta con los pies. Hay que experimentar con todo pues. Mi fetiche es ese.
Pues claro el mió también, adoro los pies de las mujeres, y claro por qué no, los de los hombres también, pero nunca me la han corrido con los pies, no seas pendejo pues, pero probare. ¿Tienes el celular de carmen por hay?
(Risas) Pero para mi tienen que estar perfectos. (Risas) No se, creo que sí ah, ¡Ay como dolió eso ah!
Mil disculpas, fue sin la mas mínima intención de hacer daño, tú sabes ¿Y bueno a que te estas dedicando en la actualidad?
Por ahora metiendo bolas a los arcos, poniéndome los tacos y esperando el 1 ro. que ya comienzan las clases en la universidad.
¿Explícame por favor q te refieres con eso de poniéndome tacos? ¿Practicas algún tipo de travestismo?
(Risas) No creo. Tacos se le dicen a los chimpunes.
Ah… bueno yo me pongo otro tipo de tacos y faldas y todo eso pero a partir de ahora le diré chimpunes, suena más varonil. ¿Y que vas a estudiar? si supusiéramos que lo harías.
Pero eres muy feo para que hagas eso. (Risas) Estudiaré periodismo
Es verdad, yo como homosexual y como heterosexual me muero de hambre, pero no se por que al hablar de travestismo de y de fealdad recuerdo a Yarizel. ¿Que sabes de ella?
Nada. Como que n o se conecta mucho y cuando se conecta me tengo que ir.
Hombre no mientas la bloqueas, que es distinto
(Risas) No para nada ella es mi amiga
Yo hago eso con ella también, no te sientas avergonzado
A ti te voy a bloquear como me sigas afanando.
(Risas) ¿Yo te afano mucho no? es que es algo que no puedo evitar, pues estas rico y a veces la arrechura cambia las cosas y las maneras de pensar.: Mírate a ti con Yarizel ¿Fumabas muchas drogas en esa época no?
De repente, igual que tú cuando te agarraste a Adrián
No. Yo cuando agarro con Adrián siempre estoy sobrio. Hablando de Adrián ¿que opinas de él?
Sin comentarios de él. Prefiero no opinar sobre eso.
¡Ey! No seas cabrón, siquiera un breve comentario sobre mi querido amigo Adrián, al que tu quieres, tal vez mas que yo.
(Risas) ¿Yo? nada ósea como que es un buen pata, pero no puedo opinar más.
Bueno esperaba una respuesta mas osada. Pero esta bien si tú me preguntaras
Por fiorella yo también te respondería es un buen pata y lo demás no se, pues soy un cobarde.

(Risas) es que la verdad no puedo opinar mas
Bueno esta bien por el bien de tu cara, es preferible cambiar de tema. Hablemos de carmen.
(Risas provocadoras) como si algo m fuera hacer es idiota.
¡Ay! esto se puso picante. ¿Quien pega tú o él?
(Risas) la verdad es que no se,, tal vez yo, tal vez él.
Que respuesta tan pendeja. ¿Quien crees que pegue Edson o yo? ¡Mira que eres mi amigo ah!
(Risas sarcásticas) pues es muy difícil de responder tu pregunta, supongo que tú.
Por eso te quiero. ¿Que sabes de carmen? ¿Que historia a inventado ahora?
Mmm pues no se mucho. Creo que se entero que estaba saliendo con otra persona y no se si será verdad o no pero me invento de que yo hablaba mal de ella, cuando yo ni siquiera sabia nada de ella y siento que se pico con eso. Pero mas de eso no se.
Ella siempre es así, por eso la admiro, puede crear historias que yo como aspirante a escritor jamás crearía, es una capa. ¿Y es verdad lo que dicen por hay que fuiste el primero?
(Risas) sin comentarios
Responde no seas cabrón
Puede ser que si, puede que no.
Bueno pero lo importante no es ser el primero si no es ser el mejor.
Yo creo que es moverse mejor.
Es verdad. ¿Tú te mueves bien?
A si dicen. (Risas) Yo m dejo llevar por los comentarios que la gente hace.
¿Y no me quieres enseñar? Yo te haría una publicidad maldita ah.
De repente borracho lo pensaría.
Tu respuesta es esperanzadora. Y bueno ¿que sabes de la hueso? ese día fue la primera vez que dormí sobre un pene y fue sobre el tuyo.
De la hueso nada y tampoco quisiera saber algo de ella. De tu otra a miga si, la gatita Iivette. Se podría decir mi amor platónico.
Y el mió también créelo tuve el placer de bañarme con ella muchas veces. No sabes lo feliz que fui y las pajas que me hice luego.
(Risas) eso es lo bueno d ser cabro y eso es algo que jamás podré ser.
O bueno de hacerse el cabro. No digas eso, cuando uno esta enamorado hace de todo. Cuando estuve con Fiore, yo fingía ser un mariconazo frente a sus padres, pero no me costaba mucho pues, por obvias razones, pero tenia que exagerar un poco, pintarme y todo y fiore lo avalaba y por eso la quería tanto. ¿Tú tienes un buen recuerdo de carmen?
Se podría d decir que si, pues fue una gran persona en mi vida y significo mucho para mi. Creo que h asta ahora tengo sus recuerdos y como que uno la extraña y mucho.
Es verdad, es verdad. Allá los cabrones que hablan o escriben mal de sus ex.
Esto te hace un chico admirable hablar bien y sobre todo sobre alguien como carmen.

No es que creo que si amaste y quisiste a la mujer de verdad solo t quedan bonitos recuerdos y quizás ganas de volver con ella.
Si ella leyera esto, ¿Qué le dirías?
Que la quiero muchísimo y que piense las cosas.
Bueno querido amigo fue un placer haber conversado contigo, gracias por aceptar la entrevista o mejor dicho la conversación pues yo creo que esto mas que entrevista fue una conversación de viejos amigos.
Si gracias por hacerme la entrevista tal vez en algunos años yo te la haré a ti, yo como periodista y tú como un gran escritor, .espero te valla bien en todo.
Hombre, espero tener vida para ese tiempo, pero de echo que serás un gran periodista aunque yo no creo que sea un buen escritor. Gracias Jordy hasta otra oportunidad

lunes, 16 de marzo de 2009

El amigo que nunca fue

A mis viejos amigos de Magdalena, por hacerme eternamente feliz.

"De niño yo sufría mucho por Angel, no comprendía por que lo quería, por que me lo imaginaba noches enteras besándolo sobre mi almohada, por que lo deseaba tanto, entonces, le pedía a Diosito que me cure, que ya no quería ser así."


Son remotos los recuerdos de mi infancia en mi antiguo barrio de Magdalena, tal vez el mas latente es el de Angel y el de mi primera trompeadera, que fue justamente, con él.
Angel era mi amigo, yo no sabía que me gustaba, pero me gustaba estar con él, era mi preferido. Parábamos todo el día juntos: peloteábamos en la tarde, luego del colegio y nos pasábamos las noches, que para nosotros, unos chiquillos, eran solo hasta las 9 y media, conversando cualquier tontería.
Conforme fui creciendo y a la par aumentando mi extraño gusto por las personas de mi mismo sexo, me fui dando cuenta que él, mi mejor amigo, me encantaba y al verlo desnudo, cuando nos bañábamos en su casa después de un “pistazo”, mi pene aun en desarrollo, comenzaba a crecer y demostrarme que mi vida sexual había comenzado. Por eso nunca mas me bañe con él y desde esa vez, nunca mas lo vi desnudo: con el agua fría deslizándose sobre su espalda, rozando sus nalgas sus piernas con aun pocos pelos y su sexo hermoso y peludo y supongo, también en crecimiento.
Muchas veces analizándome, me he preguntado: ¿Cuándo deje de creer en Dios? Y ahora, escribiendo esta historia descubro la respuesta. De niño yo sufría mucho por Angel, no comprendía por que lo quería, por que me lo imaginaba noches enteras besándolo sobre mi almohada, por que lo deseaba tanto, entonces, le pedía a Diosito que me cure, que ya no quería ser así. Cierro los ojos y me recuerdo: “Diosito disculpa que te moleste, pero en verdad no se lo que me pasa y yo creo que Tú si sabes y es por eso que quiero pedirte que me ayudes, yo se que lo que hago esta mal, ¡Cúrame por favor! Mi papi me ha dicho que los hombres ni se miran ni se tocan, mi papi no me va a querer Diosito ¡Ayúdame, te lo suplico, ya no quiero ser maricón! En el nombre del padre, del hijo, del espíritu santo. Amén.” Ahora estoy llorando y me dispongo a dormir, pero no duermo nada, solo pienso en Angel y creo que Dios esta sordo.
Tal vez, en ese tiempo, Diosito no tuvo tiempo para mí, tal vez ni ahora lo tenga, el tema es que nunca me contesto y mucho menos me ayudo y muy por el contrario Angel iba gustándome cada vez más. Nosotros ya habíamos crecido algo, yo ya había tenido algunas novias, él aún ninguna. Veíamos porno seguido, casi siempre en su casa, yo lo incitaba a que se tocara frente a mi, pero él no lo hacia, tal vez por vergüenza o por que quizá sospechaba de mis intenciones bastante insanas.
Todo fue bien por ese tiempo, pero tuvo que ocurrir algo que marcaría mi vida por completo, algo que me convirtió en lo que soy ahora, si es que supusiéramos que soy algo, y gracias a eso pude superarme, aceptarme y empezar a hacerme querer tal cual soy. Yo dudaba mucho si confesarle mis sentimientos a Angel, o no. Pero a veces su actitud, mas que provocadora, me daba toda la fuerza y la confianza necesaria para hacerlo. Hasta que un día me decidí, era mi mejor amigo, conocía mi vida al revés y al derecho y si me rechazaba, le diría que fue una broma y nada pasaría. Nunca olvidaré ese día, fue un jueves, hablábamos en su escalera y comencé: le dije que estaba descubriendo cosas nuevas, que a veces me gustaban los chicos, que ya se me pasaría, pero que en ese momento él me gustaba mucho, luego me acerque y trate de besarlo pero en respuesta tuve un fuerte empujón y estas palabras: “No jodas huevón, nunca pensé que fueras así, puta la cagas, yo no puedo ser amigo de un maricón, me das asco”. Después se paro y se metió a su casa. Yo me quede sentado un buen rato en su escalera, tal vez esperando a que saliera y me pidiera disculpas, no lo hizo. Tenía un nudo en la garganta y de pronto empecé a llorar y no paré toda la noche. Odie a Dios, me odie, rompí mis fotos con Angel, enloquecí. Un día antes de la confesión le pedí a Diosito que me ayudara y ahora sobre la cama lo maldecía y lloraba por Angel, pues al parecer había perdido su amistad, pero lo mas importante, lo había perdido a él. Al día siguiente en la tarde, como siempre, salí a jugar fulbito con mis amigos, teniendo la intención de verlo y decirle que todo fue una broma, pero al llegar no lo encontré, aunque lo que si halle, fue la burla de todos mis amigos que me decían, entre otras cosas: “Hay la Diego se deschavo”, “le ha pedido matrimonio a Angelito”, “se lo ha querido chapar”, “sao”; lo único que hice en ese momento fue sonreír y contenerme, no negué nada, pero tampoco lo afirme, solo espere que llegara el traidor y llegó. Lo vi con sus eternas NIKÉ blancas, su short azul y una camiseta negra, me miró, me barrió con la mirada y yo no espere mas, lo increpé, el cobarde lo negó todo y me dijo que por que me dolía tanto, si en verdad era un maricón, todos rieron de tras de mi y yo me enfurecí y me le fui encima; nunca le había pegado a nadie, pero a él si le saque la mierda, le reventé la boca, se la partí en serio y yo lloraba y le pegaba y todos nos separaban y yo solo lloraba y quería seguirle pegando. Tuve muchos problemas luego por esa golpiza. La mamá de Angel, por poco revienta mis lunas al enterarse y lo único bueno, es que papá se sintió orgulloso de que su hijo, su único hijo, le hubiera reventado la boca a un idiota que le dijo maricón. Desde hay nunca mas volví a hablarme con Angel y nunca mas me avergoncé por ser como soy, y desde ese momento Angel paso a ser el pobre y triste huevón que hoy es y yo el bisexual mas cabrón de Magdalena.

Diego Granadino.


clasificados

lunes, 9 de marzo de 2009

El juego

<< Extracto del primer capitulo del libro "Mi mala educación" de Diego Granadino, próximo a publicarse.>>

A mi mismo, aunque tal vez, no lo merezca.

"Ahora Paolo vivía una escena, que mas adelante se repetiría muchas veces. Una escena que dejaría una huella en su memoria. Que cambiaria su forma de ver el mundo. Que cambiaria su forma de ser."


Eran casi las tres de la tarde; Paolo estaba frente al parque: Luna llena. Rápidamente trato de buscar una casa que coincida con la descripción de Piero. La encontró. Pese a que no era una descripción al pie de la letra; la casa se parecía en algo a lo descrito por Piero. Paolo la reconoció fácilmente. Se acerco y busco algún timbre. No había ninguno. Tuvo que tocar la puerta; la toco suave y con timidez. No hubo respuesta. Toco mas fuerte, recién entonces, una mujer muy delgada, de cabellos negros y algo descuidados salio a recibirlo. Llevaba un delantal bastante sucio y parecía haberse tenido que despertar para atender la puerta.
- Señora buena tardes ¿Se encontrara Jairo? –dijo Piero, tratando de afinar su voz.
Jairo, era el compañero que había prestado su casa para realizar el trabajo. Era bastante mayor que Paolo y Piero. Siempre paraba solo, o dormido. Parecía raro, parecía enfermo.
- Déjame ver hijo –dijo la señora tapándose la boca al bostezar –debe estar durmiendo ese manganzón.
La señora ingreso a su casa, Paolo sentía que algo andaba mal.
- Pasa hijito – dijo la señora, volviéndose a la puerta.
- Gracias seño –dijo Paolo, fingiendo una sonrisa.
-¿El Jairo te ha citado? –pregunto la señora, haciéndolo pasar a la casa.
- Si señora. Teníamos que hacer un trabajo de mate –dijo Paolo, ingresando a la casa.
- ¿Trabajo de mate? ¿El Jairo? –Dijo la señora, como en tono de burla –hijo te debes de haber equivocado de Jairo. Mi hijo jamás se ha juntado con sus amigos aquí. Y menos para hacer un trabajo. Los dos rieron. La mamá de Jairo le indico a Paolo donde encontraría a su hijo.
La casa de Jairo era vieja y bastante grande. Mas de lo que la familia de Jairo podía necesitar. Tenían cuartos desocupados y otros llenos de cajas con telas en su interior. Mientras mas se acercaba al lugar donde lo esperaba Jairo, los crujidos del piso de madera, se hacían más fuertes. Paolo tocó la puerta.
- Pasa “causita” –le dijeron desde el interior del cuarto.
Era la voz de Piero. El cuarto parecía estar desocupado, a un lado y tapadas con plásticos, yacían unas cuantas maquinas de lo que algunas vez fue un gimnasio. Y al fondo, sentados en el polvoriento piso de madera, estaban Jairo y Piero.
-Paolito, pensé que no vendrías –dijo Piero, limpiándose las manos para poder saludar a Paolo.
-¿No me dijiste a las tres? Ya pues, son las tres en punto – dijo Paolo, tratado de buscar con la vista algún reloj dentro del cuarto.
- Lo que pasa Bergamino, es que Piero dice que a ti no te dejan ni salir a comprar pan –dijo Jairo, tratando de reír.
- Yo no he dicho eso Paolo, lo que pasa es que tú nunca sales con la gente a ningún lado –dijo Piero, tratándose de excusar.
- Ya “okas”, no hay paltas – dijo Paolo, algo avergonzado
- Ese Bergamino, me caes bien brother. No eres como los otros cojuditos del “lonsa” – dijo Jairo, golpeando en una pierna a Paolo, que continuaba de pie.
- Claro pues dientón. ¿Por qué crees, que lo invite? Este huevón no es como los demás –dijo Piero, dirigiéndose a Jairo –siéntate pues, Paolo. Aquí no hay sillas, pero este pisito esta bien cómodo.
- Gracias – dijo Paolo, sentándose -¿Y donde esta la gente? Pensé que ya habrían llegado.
- Aun no llegan. ¡Que gente tan irresponsable! – dijo Jairo, mirando a Piero.
Los dos rieron. A Paolo le pareció rara la situación.. Pero ya estaba allí, solo le quedaba esperar.
- Paolo, para hacer hora, mientras esperamos a los demás. Yo y Jairo estábamos jugando a algo –dijo Piero, cogiendo un lapicero de piso.
- ¿Pero no seria mejor, si avanzamos un poco del trabajo hasta que lleguen los demás? –dijo Paolo, queriendo sacar uno de sus libros.
- ¡Anda gilaso! ¿Ósea que tu les vas a avanzar el trabajo a ellos? Esperemos que lleguen y lo hacemos todos juntos – dijo Jairo, algo molesto, por la actitud de Paolo.
-Claro pues. Por eso estamos jugando, hasta esperarlos –dijo Piero, poniendo el lapicero en el piso nuevamente.
- A bueno. Yo lo decía para ahorrarnos trabajo. Pero ya fue pues. ¿Y a que están jugando? – preguntó Paolo, mirando el lapicero en el piso.
- Es un juego, bien chévere. Ven más acá y sentémonos en forma de círculo – dijo Piero cambiando su posición y acercándose más a Paolo y Jairo – el juego se llama: lapicero manda. Consiste en girar el lapicero, y a quien apunte, tendrá que cumplir los mandatos de los otros.
-No entiendo – dijo Paolo, tratándose de acomodar en el piso.
- ¡Tú juega nomás causa! – refuto Jairo.
- Es facilito man. Mira te vamos ha dar un ejemplo –dijo Piero, girando el lapicero.
El lapicero giró. Apunto a Jairo.
- Mira, apuntó al muelón – dijo Piero – ahora nos toca a nosotros, darle un castigo.
- ¡Ya maricón! Apúrate –gritó Jairo, poniéndose de pie.
- Espérate pues, que ahora nuestro invitado, tiene que elegir el castigo- dijo Piero, refiriéndose a Paolo y cogiéndolo del hombro.
-¿Castigo? ¿Cómo cual? No se que decirles –preguntó Paolo, pensando en que castigo podía ponerle.
- Cualquiera, el que se te ocurra –respondió Piero –lo que tú digas, él tendrá que hacerlo.
-¿Lo que yo diga? – volvió a preguntar Paolo.
- Si, Bergamino. Lo que tu digas, esas son las reglas de este juego. Castigo dado, castigo cumplido –respondió Jairo, algo impaciente.
-Okas okas, entonces date dos volantines –dijo Paolo, poniéndose de pie.
Su mandato causo la carcajada de sus dos compañeros. Y colmo la poca paciencia de Jairo.
- Pero no seas huevón, no valen mandatos cojudos –grito Jairo –esto no es la clase de educación física, ni nada.
- Ya Jairo, tranquilo. Lo que pasa es que Paolo, nunca ha jugado pues-dijo Piero, tratando de defender a Paolo – Paolo, tienes que ser más pendejo para mandar. Mira mejor yo le voy a ordenar.
- Muelon, bájate el pantalón y enséñanos tu chula – dijo Piero, con una gran sonrisa.
Paolo pensó que se trataba de una broma. Sonrió nerviosamente pensando que Jairo, no lo haría. Jairo lo hizo.
Jairo que continuaba de pie, se desabotono el pantalón y lo bajo hasta sus rodillas. Miraba fijamente a Piero. Tenía un short de tela a cuadros. Sus piernas eran flacas, bastante velludas. Sobresalía un bulto muy notorio debajo del short. Jairo bajó su short, dejando ver su sexo erecto; no dejaba de ver fijamente a Piero. Su sexo era grande, más grande de lo normal. Estaba lleno de venas y parecía sucio. Jairo empezó a acariciarlo, lo sobaba suavemente.
Paolo, no dejo de observar ni un solo minuto el espectáculo. Se sentía raro, nunca vio un pene erecto, ni siquiera el de él. Sentía que miles de hormigas le caminaban por el cuerpo. Sintió que su pene también se estaba poniendo rígido. Trato de ocultarlo poniéndose un cuaderno sobre las piernas. Tenia ganas de acariciar también el sexo de Jairo, sabia que estaba mal. No lo entendía.
-Mira la cara de Bergamino – dijo Jairo, sin dejar de tocarse –parece que nunca ha visto una pinga tan grande.
Todos rieron.
- Tranquilo Paolito, no hace nada. Mira para que se calme uno tiene que acariciarla –dijo Piero, cogiendo el sexo de Jairo.
- Claro, agarra tú también –dijo Jairo, mirando fijamente a Paolo y acercando su pene hacia él.
Paolo sonrió nerviosamente y trato de desviar la mirada.
- No lo jodas, huevón. Si no quiere déjalo pues –dijo Piero, tratando otra vez de defender a Paolo – pero cuando le toque castigo, tendrá que hacerlo ah.
- Ya, ya maricón deja de defenderlo. Parece tu marido. Y suelta, suelta que se gasta –dijo Jairo, subiéndose el short. Luego de eso, los tres ya estaban sentados otra vez alrededor del lapicero.
-¿Ya aprendiste Bergamino? Nada de volantines ni cojudeces, aquí los castigos son mas piolas –dijo Jairo, mientras giraba el lapicero nuevamente.
Paolo fingió una sonrisa, y comenzó a temblar. Tenía miedo que el próximo castigo sea para él. No seria capaz de mostrarle su pene a sus compañeros. No seria capaz de tocarlos o de dejarse tocar. El lapicero giró y apunto a Piero.
- ¡Bien! –dijo Jairo, poniéndose de nuevo de pie.
-Ya, ya. Habla muelón –dijo Piero, que se mantuvo sentado, esperando su castigo.
- Besamela –dijo Jairo, bajándose otra vez el short.
- No jodas, muelón. Ni siquiera te has bañado creo –dijo Piero, algo asqueado.
- ¡Chupa carajo! Que es tu castigo – grito Jairo, cogiéndose ansiosamente su miembro.
El pene de Jairo estaba nuevamente erecto; al igual que el de Paolo. Piero lo tuvo que hacer. Mientras besaba y acariciaba el miembro de Jairo, Paolo pensaba en la sensación que estarían experimentando. Quería hacerlo, pero a la vez no se atrevía. Tenía miedo de hacerlo, de hacerlo mal, de hacer el ridículo y que esto produzca la burla de ellos. Paolo nunca vio una película para adultos, nunca vio una escena con mayor contenido sexual, que el de las telenovelas, que veía en compañía de su abuela.
Piero cerrando los ojos, no paro de hacerlo. Se le notaba bastante concentrado. Las caricias se tornaron cada vez mas violentas, ya no solo eran besos. Jairo acariciaba su pelo, jugaba con sus orejas y Piero que estaba de rodillas, se notaba inquieto, incomodo. Como si estuviera siendo obligado.
- ¡Ya me canse! – dijo Piero, limpiándose la boca, y volviendo a su sitio.
- Tienes que abrir mas la boca, compare. Me sentía como en la guillotina –dijo Jairo, subiéndose nuevamente el pantalón.
Paolo sonrió por el comentario. Mientras que Piero no paraba de escupir.
- Vas a ver huevonazo, me voy a vengar. Te la voy a meter todita mierda –dijo Piero, dando vueltas al lapicero.
Paolo retrocedió, como si supiera que sería el próximo. El lapicero lo apunto a él. Sus ojos comenzaron a parpadear, se llenaron de lágrimas. No pensó que le tocaría a él. Le tocó.
- A todos nos toca Bergamino, y ahora te toco a ti –dijo Jairo, con una sonrisa macabra.
- Ni creas que tú vas a ordenar, huevonaso – dijo Piero, dirigiéndose a Jairo.
- Calla marica y escucha, que creo que este castigo te va a gustar – rebatió Jairo – Bergamino, quiero que beses al maricón de Piero.
Piero no respondió. Su silencio parecía aceptar el mandato.
- Ah pero no quiero un beso cualquiera, Bergamino le tienes que dar un beso como de película. Quiero ver tu lengüita –dijo Jairo, acomodándose para el espectáculo.
Paolo sabia que tendría que hacerlo, sabía que de no querer hacerlo, seria obligado. Volvió a temblar, le volvieron a parpadear los ojos.
Piero se acercaba lentamente. Paolo seguía temblando, mientras que Piero le sujetaba las manos. Jairo parecía excitarse al presenciar este espectáculo, cogió nuevamente su sexo, y comenzó a acariciarlo.
Piero ya estaba frente a frente con Paolo. Se arrinconaron a la pared. Paolo sintió como el cuerpo de Piero se pegaba al suyo. Sintió como su sexo se ponía duro. Luego cerraron los ojos y se besaron. Se besaron como en las telenovelas, Paolo se encargo de que fuera así. Los labios secos de Piero se fueron humedeciendo al frotarlos con los de Paolo. Sus bocas se abrían y cerraban con cierto deseo. Frotaron sus lenguas y comenzaron a excitarse. El momento parecía perpetuo y de un silencio cómplice, hasta que fue interrumpido por Jairo.
- ¡Que rico chapan carajo! –dijo
Ellos dejaron de besarse y se miraron. Paolo limpiándose el mentón, trato de hacer como si no pasara nada. Jairo continuó.
- Hasta que por fin se soltaron, carajo parece que les gusta la huevada- dijo con un tono burlón –deberían ser enamorados, harían bonita pareja.
- No hables huevadas dientón de mierda –respondió Piero, avergonzado y molesto a la vez.
- Piero Ordóñez y Paolo Bergamino, la pareja del año –dijo Jairo, riendo.
Ahora Paolo vivía una escena, que mas adelante se repetiría muchas veces. Una escena que dejaría una huella en su memoria. Que cambiaria su forma de ver el mundo. Que cambiaria su forma de ser.

Mi mala educación - Diego Granadino.


clasies.com

lunes, 2 de marzo de 2009

Volviendo a las andadas

A Luis Augusto, por ser el primo que todos quisieramos tener.

"Yo sabia que ir a esa reunión, inmejorablemente poblada de chicos lindos, sería una tentación difícil de vencer y como era previsible, en un chico apto para los desenfrenos como yo, me venció..."


Lo volví a hacer. Prometí no hacerlo nunca más, pero lo hice y es que yo, no soy necesariamente un hombre de palabra o mejor dicho, no soy necesariamente un hombre. Yo sabia que ir a esa reunión, inmejorablemente poblada de chicos lindos, sería una tentación difícil de vencer y como era previsible, en un chico apto para los desenfrenos como yo, me venció y caí nuevamente en las andadas, que estaban ya casi olvidadas o eso es lo que hago creer, aunque caí no con el chico que tal vez hubiera preferido, si no con otro, con el cual ni en mis mejores sueños eróticos me hubiera imaginado acostarme. Fue un retorno fabuloso, como el que me merezco y fue en el lugar que ha sido testigo de mis mas gloriosas encamadas y fue al lado de mi mejor amiga, mi cómplice, y por qué no también mi amante, pero esa es otra historia que prefiero no contar.
La reunión fue en Rimac, distrito al cual estoy dispuesto a mudarme hoy mismo, pues nunca vi un vecindario tan altamente poblado de chicos lindos, sociables y dispuestos a embriagarse contigo, y luego por qué no, dispuestos también a irse a la cama contigo. Voy a la fiesta acompañado de mis dos mejores amigas, Lizeth que vive en el Rimac y Maria que vive en San Martin de Porres; los tres ya conocemos casi a todos los invitados a los cuales yo me encargo de saludar afectuosamente y con eso, poder palpar cautelosamente alguna parte inexplorada de su cuerpo. Ellos lo notan y no me infringen ninguna sanción y es por eso que los quiero tanto, y es por eso también que pronto me mudare con ellos, me deleitare con su belleza, y claro tal vez trataré de conquistarlos, aunque ellos con sus gestos, sus sonrisas y sus miradas ya me conquistaron a mí. A todos les sorprende que no me agrade el Regaeton y les sorprende aun mas que tampoco lo baile, aunque verlos a ellos contrayendo sus pelvis, frotándolas abruptamente, procurándose erecciones, me obliga a amar también ese género horripilante el cual me obligan a bailar junto a ellos y yo creo que es un sueño y soy el hombre mas feliz del universo. Todo transcurría con la mayor tranquilidad del mundo, hasta que de pronto, ingreso abruptamente a esta historia que hoy les escribo, Alexandro el ex novio de Maria, acompañado de su primo, los dos muy bien vestidos y me impactaron desde un primer momento. Yo ya conocía a Alexandro, incluso antes que Maria y por eso fui yo el que los presento. A su primo también lo conocía, aunque no tenía un buen recuerdo de él, pues la primera vez que nos vimos en el matrimonio de la hermana de Alexandro, matrimonio al que no fui invitado por supuesto, pues desde que tengo un Blog mi nombre a sido obviado de cualquier lista de invitados, al parecer le incomodo la forma poco-masculina con que me expresaba o tal vez mis miradas descaradas que por poco lo desvestían y le insinuaban que sería un placer inenarrable irme a la cama con él. Pero ese día en el Rimac, tal vez por las abundantes cantidades de cerveza que ingirió o por otras enormes cantidades de sustancias que se fumó, lo note mas flexible, mas bromista y hasta se atrevió a bailar conmigo, algo que se lo agradeceré infinitamente, pues nada me hace mas feliz que desplazar mi abultado cuerpo junto a un chico lindo y esto me hace pensar seriamente en cuanto a mi vocación, pues yo creo que quiero ser escritor, aunque a su lado, tocándolo discretamente, rozando nuestro cuerpo sudoroso, descubro que debo ser una vedette o que tal vez en mi anterior vida lo fui. He descubierto también, a su lado, que lo que mas me hace feliz en el mundo, aparte de cagar, es ver sonreír a Luchito, así es como injustamente pide ser llamado, pues me parece cruel ese diminutivo que no refleja su belleza, la perfección de su rostro, ese cuerpo trabajado, sabe Dios en cuantos gimnasios y esos ojos que me estremecen al mirarme y me hacen pensar en que Dios existe y que ha sido muy generoso con Luchito y en que debo trabajar mucho para tener mas dinero y a si poder acostarme con él. Yo estoy resignado a solo ser su amigo y soy feliz así, aunque hubiera sido aun mas feliz si es que la gente se dejase de acabar su vida y la mía: fumando. Cada cierto tiempo un imbecil, no se si por descuido o por que es enviado por mi ex novia, que sabe mi intolerancia al tabaco, me tira una enorme cantidad de humo en la cara obligándome a ir al baño a mojarme el rostro y a devolverme a la vida. Y justo hago eso después de que otro sicario me ha envenado con humo por cuarta vez en la noche, estoy frente a un enorme espejo que me devuelve mi vergonzante rostro, cuando de pronto atrás mío apareció Luchito, sobando como siempre su nariz y quiero pensar que es producto de un resfriado, se paro detrás mió y me miró con esa mirada desafiante que me encanta y me preguntó si me ocurría algo y yo pensé seriamente en decirle que si, que lo que me ocurría es que me moría por que me la meta, pero como aun tengo algo de criterio decidí engañarlo y contarle la historia del humo. Él me escucho aburrido y me preguntó que haría luego y yo le dije que tenía pensado quedarme en casa de Maria. Él me dijo que también se quedaría allí junto a su primo, que al parecer se había reconciliado con Maria, y mi felicidad desbordo los límites permitidos por las emociones y me prometí a mi mismo que no desaprovecharía esa oportunidad. Y mientras pensaba en eso e imaginaba posibles conquistas, Luchito, mi chico imaginario, se dispuso a cogerme las nalgas de una manera magistral que me erecto al instante, las masajeo por un buen rato, luego beso mi cuello y me dijo no falles y yo trate de voltear y hacer mas largo ese momento irrepetible, pero el ya no estaba, se había ido y me había dejado con unas ganas terribles de volver a acostarme con un chico que vuelva a reaperturar mi trasero cerrado por desuso. Estuve impaciente el resto de la fiesta, no volví a bailar y no me volvieron a incomodar los suicidas fumadores, solo pensaba en Luchito y me resignaba a encontrar bajo sus pantalones cortos un pene en desarrollo que valla a la par con sus escasos quince años, un pene que tal vez no llene el camino que ya otros se encargaron de abrir. Al fin llego la hora, salimos de la fiesta rumbo a casa de Maria. El taxi fue rápido, Alexandro y Maria iban unidos el uno al otro por la boca y Lucho y yo, nos acariciábamos los sexos sobre la ropa. Cuando llegamos, Maria nos pidió que la acompañásemos a comer algo y Lucho y yo, con una cómplice negativa nos excusamos de ir aduciendo extremo cansancio. Maria nos abrió la puerta y nosotros entramos solos y de inmediato ingresamos a su cuarto y comenzamos a desvestirnos y conocí su inmaculado torso, su envidiable abdomen y bajo este, un sexo enorme, el mas grande y apetecible que he visto en mi vida, y ojo que no he visto pocos. No pude mas, comencé a besárselo y por ser tan grande me resulto un poco incomodo, aunque tal vez las ganas que le tenía hicieron que me fuera acostumbrando a que su sexo, de medición incalculable, ingresara en mi. Él gemía y me sobaba la cabeza, yo era cuidoso y trataba de no hacerle daño y estábamos en eso cuando oí a lo lejos un sonido de llaves, imaginé de inmediato que era Maria y di por terminado mi acto oral y le pedí que nos hagamos los dormidos solo hasta que duerman, él que es tan lindo acepto y se acurruco a mi lado y yo no podía albergar tanta felicidad y decidí que debía escribirla y mientras oía a Maria y Alexandro hacer el amor en el mueble, donde al final se quedaron dormidos, yo me iba imaginando esta historia y tal vez me iba preparando para una segunda parte. Cuando cesaron los ruidos, desperté a Luchito, que de inmediato me puso despaldas a él y mojando su sexo antes, entro en mi con una desesperación comprensible y yo me encargue de hacer los movimientos mas prolongados y excitantes posibles y olvide a nuestros vecinos en la sala y emití los sonidos mas extraños que de mi hallan salido nunca, cuando entonces, en medio del prolongado acto amatorio, entro al cuarto Alexandro que nos miró sorprendido y yo trate de disimular, pero todo fue en vano pues luego de eso, con la mayor naturalidad de mundo Luchito invitó a su primo a unirse al acto y él al parecer accedió encantado, pues al instante puso frente a mi su encantador sexo, el cual me insto a besar y yo pensé en Maria que dormía muy cerca y que podía también haber despertado al ver que su chico no estaba y pensé en mi amistad con ella y en mi posible traición. Alexandro cogió mi cabeza y la acerco a su pene y yo no supe que hacer. Mientras tanto en el cuarto contiguo Maria notaba la ausencia de su chico y se disponía a buscarlo.
¿En que terminaría esta posible tragedia? ¿Acaso Maria descubría esta doble traición no solo de su mejor amigo, si no también del hombre que ama?